Bajan el tono a la polémica por la eutanasia de perros en Neuquén

El mantenimiento de cada animal dentro de caniles le cuesta al municipio 5.000 pesos al año

NEUQUEN (AN).- El subsecretario de Gestión Ambiental Carlos Roca intentó ayer poner paños fríos a la polémica que desató el pedido público del intendente Horacio Quiroga a los concejales para que flexibilicen la eutanasia de perros. «No vamos a volver al viejo sistema, sino pedimos la amplitud de la ordenanza vigente porque se tomó un criterio de no eutanasia tan extremo que sobrepasa la práctica veterinaria normal», aclaró.

El funcionario ejemplificó algunas situaciones, entre otras que la norma no permite que un perro peligroso sea entregado para eutanasia en dependencias oficiales y sí puedan ser sacrificados en forma privada. Esto -dijo- «genera una situación contradictoria porque crea una división socioeconómica entre quienes pueden pagar y los que no».

El debate por la eutanasia reavivó las voces a favor y en contra, un escenario que terminó irritando al concejal Jorge Salaburu (Patria Libre) porque «coloca a los animales por encima de los chicos que sufren condiciones infrahumanas. Es poner el centro del debate en un lugar equivocado». Para este dirigente comprometido con las cuestiones sociales, «perro levantado en la vía pública y no retirado de los caniles en un tiempo determinado, debe ser sacrificado».

«Si por lo que digo me endilgan los peores epítetos, no me importa. Que digan lo que digan. Me parece una barbaridad este debate cuando existen prioridades muchísimo más importantes para la gente que vive en esta ciudad», añadió.

El subsecretario Roca cuestionó la falta de compromiso de los propietarios que sueltan los perros en la vía pública y sostuvo que «hay que evitar el riesgo sanitario en la población; si más del 80% de los vecinos considera que es bueno que el perro esté en las calles, vamos a continuar con problemas».

En las dependencias que la municipalidad tiene en Parque Industrial, un centenar de celdas están ocupadas con animales que no han sido retirados por sus dueños. Según Roca, «esto da como resultado que los caniles siempre estén llenos, lo cual hac que el control del animal en la calle sea prácticamente nulo pues los caniles están colapsados».

La municipalidad destina alrededor de 540.000 pesos al año por cada perro capturado.

Con la desparasitación y la castración de los animales el presupuesto asciende a aproximadamente 700.000 pesos anuales, que es prácticamente el presupuesto de dos meses del plan Comer en Casa, que tiene 13.000 beneficiarios en la ciudad de Neuquén.


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