Banqueros le dieron apoyo con condiciones a De la Rúa

Frente a más de 1000 participantes en la inauguración de la reunión de la Asociación de Bancos de la Argentina, el presidente pidió "confianza" en el manejo económico. La obtuvo, pero con la condición de que no se aparte de la política de ajuste y del modelo económico liberal. No hubo anuncios para el sector financiero.

Buenos Aires.- El poder financiero recordó ayer al presidente Fernando de la Rúa la agenda de prioridades que debe dar a la gestión de gobierno, que empieza por mantener la política de ajuste, y ratificó su apoyo en la medida en que no se aparte del modelo económino liberal.

En el tercer contacto en menos de una semana que el gobierno encara con los sectores empresarios que representan el poder económico, el turno fue para los representantes de la banca.

La oportunidad fue el seminario organizado por la Asociación de Bancos Argentinos (ABA) que reúne a los bancos internacionales y a los pocos que quedan de capitales argentinos (no están los estatales, los provinciales ni los cooperativos).

«Señor Presidente, deseamos manifestarle nuestro firme respaldo a la gestión de su gobierno, por haber eludido el fácil camino de la demagogia, encarando los problemas de frente», expresó el titular de ABA y presidente del Banco Galicia, Eduardo Escassany.

Pero enseguida y frente a De la Rúa, en el discurso que dejó inauguradas las jornadas le recordó que «en el corto plazo es necesario mantener el déficit público dentro de los límites fijados por la Ley de Responsabilidad Fiscal». Escassany especialmente aprobó «los grandes esfuerzos» que realiza el Gobierno para controlar el déficit pero exigió «perseverar en la reducción del gasto público».

Luego, durante su discurso, el presidente De la Rúa ratificó que el «objetivo de la Nación es alcanzar la nota de grado de inversión» (Investment Grade) y reafirmó la necesidad de avanzar hacia una nueva ley de Coparticipación Federal que establezca «reglas claras de responsabilidad fiscal».

Asimismo, exhortó a los banqueros argentinos a «poner confianza» en el crecimiento de la economía del país y a «derrotar el pesimismo», al tiempo que cuestionó la actitud de los senadores justicialistas por haber causado «un daño al país» al derogar los decretos de ajuste.

Frente a más de 1000 participantes, el jefe del Estado sostuvo que su gobierno espera contar con «un empresariado eficiente y competitivo» que apuntale el camino del crecimiento y consideró que «la presencia de bancos nacionales es importante pero deben desarrollarse a la par de sus competidores».

Con marcado optimismo, De la Rúa aseguró que no hay «una situación de debilidad en la economía ya que tenemos reservas y fortalezas suficientes» y subrayó que la obtención del Investment Grade significará para el país «mejores condiciones, menores tasas de interés y otros factores importantes para el crecimiento del país».

Por otra parte, De la Rúa manifestó la voluntad del gobierno de «respetar la independencia de la autoridad monetaria», al descartar la posibilidad de separar de su cargo al titular del Banco Central, Pedro Pou, y remarcar la necesidad de que ésto «se sepa en el mundo» porque es un factor de «seguridad y confianza». (DyN/Infosic)

Se escuchó en la reunión..

• Expectativas.- Durante la inauguración de la reunión de ABA, trascendió que existe una encuesta elaborada por una importante empresa de imagen, que será presentada en los próximos días, que muestra que la mayor parte de los ejecutivos consultados estiman que la economía argentina no crecerá en los niveles que oficialmente se proyectan; 3,5 por ciento anual. En general los titulares de las principales empresas del país opinan que este crecimiento se va a ubicar entre el 2 y 3 por ciento para este año.

• Cómo decirlo.- «Todavía no sabemos como largar el número», aclaró un vocero del Machinea en una conversación con «Río Negro», en relación a los índices de desocupación que se esperan en las nuevas mediciones.

-¿Llegó al 14,7%?, preguntó «Río Negro».

– «No lo sé, pero cualquier indicador por encima del 14%, será algo difícil de asumir por el gobierno», contestó la fuente.

• Marginalidad.– Otro informe que se presentará hoy en forma oficial calcula que unos 9,6 millones de argentinos, el 63,8% de lo que el Indec identifica como población económicamente activa (PEA), están confinados a la marginalidad financiera, una situación que agrava el cuadro de bajos ingresos con el que conviven por la aplicación de los sobrecostos y las menores garantías que supone operar en esa condición.

• Segmento.- La población marginada financieramente se trata de los segmentos que perciben salarios mensuales promedio de los 150 a los 800 pesos mensuales. El estudio en cuestión muestra que esta población, considerada como un todo, perciben en conjunto ingresos por más de 4.500 millones de pesos mensuales, por lo representan una apetecible filón de negocios al que la mayor parte de las 118 entidades que actualmente dan forma al sistema bancario formal, no saben, no quieren o -en muchos casos- no pueden acceder. (Enviado especial)

Sin anuncios

Ante los banqueros, De la Rúa volvió a presentar al déficit como el principal problema de la economía y pidió al Congreso apruebe las leyes necesarias para poder «afrontar la crisis heredada». Salvando distancias, un panorama similar a lo que ocurre en Neuquén.

El presidente no hizo grandes anuncios pese a las expectativas existentes en el sector financiero para que esto así ocurriese.

El sector esperaba una definición sobre la política financiera a aplicar por el gobierno en el corto y mediano plazo, en especial sobre todo aquello que signifique nuevos impuestos para el sector. Las versiones sobre el aumento de la carga tributaria en determinados sectores del sistema financiero, no fueron desmentidas ni confirmadas por el presidente.

Desde distintos sectores del Frepaso se pide que el costo del ajuste también debe ser asimilado por el sistema financiero que «en estos años fue el segmento más rentable de la economía argentina», dijo un importante referente del sector a «Río Negro».

Los banqueros tienen las garantías extraoficiales, de boca del titular de la SIDE, Fernando de Santibañes, sobre el compromiso del Ejecutivo de no poner nuevos impuestos en el sistema financiero; pero no hay nada oficial.

Otro de los puntos que quedo claro ayer es que el Banco Central no liberará fondos del Tesoro para intentar reactivar el consumo a través de una mayor oferta crediticia.

«Durante los dos últimos meses, lo depósitos crecieron a una tasa del 12% anual, por lo que me parece, que debemos ser pacientes y esperar que se reactive la demanda del crédito a través de esta vía», dijo el titular del BCRA, Pedro Pou, ante una consulta de este medio.

El funcionario remarcó que los excedentes de liquidez que pueda llegar a generar el Tesoro deben ser utilizados para cancelar deuda y no para inyectar en el sistema financiero. Pou dejo entrever que una medida como esta generaría distorsiones en el mercado y debilitaría el hoy fortalecido sistema financiero argentino. (Enviado especial)


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