Bariloche es el eje del malestar

Por incertidumbre en concursos y acusaciones de “flexibilización laboral”

El primer estallido de disconformidad fue en Bariloche. En diciembre, un grupo de docentes e investigadores de la UNRN, incluidos varios directores de carrera, acusó a Del Bello de impulsar “políticas de precarización y flexibilización laboral” y de aplicar represalias a quienes expresaran disenso. Las objeciones contemplaban la dificultad de encontrar al vicerrector de la Zona Andina, Raúl Moneta Aller, porque “no vive en Bariloche “. El eje de aquella crisis fue la decisión del Rectorado de llamar a concursos de titularidad de 45 cargos, de los cuales 33 fueron concursados con categorías más bajas que las que venían desempeñando los docentes a cargo. Tres años antes, la UNRN comenzó a funcionar convocando a docentes de trayectoria, que renunciaron a cargos en otras universidades para radicarse en la región. La baja de la dedicación de completa a simple les implicaba una reducción salarial, de puntaje y de tiempo para investigación. Alumnos manifestaron su preocupación por la eventual caída del nivel académico, ya que reconocidos investigadores del Conicet, con doctorados en el exterior y publicaciones en su especialidad, optarían por dejar la UNRN. En aquel concurso se confeccionaron las órdenes de mérito. El ganador, primero en esa lista, era titularizado. Pero los que le seguían dependían de que Del Bello les diera o no la titularidad. “A las dedicaciones simples, si sos del palo, te las extienden interinamente a completa”, afirmó un docente. En varios casos, las recomendaciones de los directores de Escuelas o de Investigación no fueron atendidas. Investigadores de prestigio del Conicet habrían recibido un trato descortés. Inicialmente, para la UNRN era conveniente atraerlos, ya que el Conicet les pagaba un sueldo para investigar y la universidad les daba una dedicación simple para que dictaran una materia por cuatrimestre. Luego, para concentrar cátedras, se les impusieron más horas de clase y, ante la queja de los profesionales, los habrían tratado de “vagos”. En esta situación se habrían visto afectados al menos cuatro doctores: el director del Instituto de Investigaciones para la Diversidad y Procesos de Cambio, su esposa, una profesora asociada de apellido Ramos y un doctor en Historia. Un segundo estallido originó en Bariloche el presunto destrato a la doctora en Ciencia Política e investigadora del Conicet Celeste Ratto, quien dictaba para la UNRN cátedras en Bariloche y El Bolsón con una dedicación simple anual. Un grupo de docentes se organizó para alertar sobre su situación: dijeron que Ratto quedó embarazada y comunicó tal situación al cumplirse el tercer mes de gestación, para lo cual presentó certificado médico en octubre de 2011; en noviembre solicitó y obtuvo el pago de la asignación prenatal y la cobertura del plan materno infantil y se le dijo que debía tramitar la licencia un mes antes de la fecha probable del parto, que era el 3 de mayo de 2012. El 29 de marzo ingresó el pedido de licencia y el 3 de abril, por nota, el rector Del Bello le negó la licencia y le comunicó que no sería designada para el primer cuatrimestre ni en forma anual “aun cuando usted haya tenido ese período de designación el ciclo lectivo 2011”. Esto, pese a que la coordinadora de la carrera en que Ratto prestaba servicios había requerido su designación anual. Esto se sumó luego a la negativa a aceptarle el cambio de radicación desde el Conicet a la UNRN, pese a que el trámite le había sido solicitado especialmente. Este tema, unido a otras quejas sobre presunta “flexibilización laboral”, originó el 14 de agosto una asamblea de docentes, de la cual participaron autoridades nacionales de la Conadu Histórica, especialmente convocadas.

Docentes de la sede Andina, disconformes con el trato de Del Bello y la ausencia del vice.


El primer estallido de disconformidad fue en Bariloche. En diciembre, un grupo de docentes e investigadores de la UNRN, incluidos varios directores de carrera, acusó a Del Bello de impulsar “políticas de precarización y flexibilización laboral” y de aplicar represalias a quienes expresaran disenso. Las objeciones contemplaban la dificultad de encontrar al vicerrector de la Zona Andina, Raúl Moneta Aller, porque “no vive en Bariloche “. El eje de aquella crisis fue la decisión del Rectorado de llamar a concursos de titularidad de 45 cargos, de los cuales 33 fueron concursados con categorías más bajas que las que venían desempeñando los docentes a cargo. Tres años antes, la UNRN comenzó a funcionar convocando a docentes de trayectoria, que renunciaron a cargos en otras universidades para radicarse en la región. La baja de la dedicación de completa a simple les implicaba una reducción salarial, de puntaje y de tiempo para investigación. Alumnos manifestaron su preocupación por la eventual caída del nivel académico, ya que reconocidos investigadores del Conicet, con doctorados en el exterior y publicaciones en su especialidad, optarían por dejar la UNRN. En aquel concurso se confeccionaron las órdenes de mérito. El ganador, primero en esa lista, era titularizado. Pero los que le seguían dependían de que Del Bello les diera o no la titularidad. “A las dedicaciones simples, si sos del palo, te las extienden interinamente a completa”, afirmó un docente. En varios casos, las recomendaciones de los directores de Escuelas o de Investigación no fueron atendidas. Investigadores de prestigio del Conicet habrían recibido un trato descortés. Inicialmente, para la UNRN era conveniente atraerlos, ya que el Conicet les pagaba un sueldo para investigar y la universidad les daba una dedicación simple para que dictaran una materia por cuatrimestre. Luego, para concentrar cátedras, se les impusieron más horas de clase y, ante la queja de los profesionales, los habrían tratado de “vagos”. En esta situación se habrían visto afectados al menos cuatro doctores: el director del Instituto de Investigaciones para la Diversidad y Procesos de Cambio, su esposa, una profesora asociada de apellido Ramos y un doctor en Historia. Un segundo estallido originó en Bariloche el presunto destrato a la doctora en Ciencia Política e investigadora del Conicet Celeste Ratto, quien dictaba para la UNRN cátedras en Bariloche y El Bolsón con una dedicación simple anual. Un grupo de docentes se organizó para alertar sobre su situación: dijeron que Ratto quedó embarazada y comunicó tal situación al cumplirse el tercer mes de gestación, para lo cual presentó certificado médico en octubre de 2011; en noviembre solicitó y obtuvo el pago de la asignación prenatal y la cobertura del plan materno infantil y se le dijo que debía tramitar la licencia un mes antes de la fecha probable del parto, que era el 3 de mayo de 2012. El 29 de marzo ingresó el pedido de licencia y el 3 de abril, por nota, el rector Del Bello le negó la licencia y le comunicó que no sería designada para el primer cuatrimestre ni en forma anual “aun cuando usted haya tenido ese período de designación el ciclo lectivo 2011”. Esto, pese a que la coordinadora de la carrera en que Ratto prestaba servicios había requerido su designación anual. Esto se sumó luego a la negativa a aceptarle el cambio de radicación desde el Conicet a la UNRN, pese a que el trámite le había sido solicitado especialmente. Este tema, unido a otras quejas sobre presunta “flexibilización laboral”, originó el 14 de agosto una asamblea de docentes, de la cual participaron autoridades nacionales de la Conadu Histórica, especialmente convocadas.

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