Bariloche: la mayoría de las escuelas seguirán paralizadas
Sobre un total de 65, sólo 16 podrán volver a dictar clases
erupción del volcán puyehue
Archivo
Surrealista imagen de algunas calles de Bariloche. Hay mucho trabajo de limpieza.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una gran mayoría de los alumnos barilochenses de todos los niveles cumplió ya dos semanas sin clases debido a los contratiempos generados por la lluvia de arena volcánica. El operativo de limpieza en los establecimientos públicos es lento y trabajoso, al punto de que sólo había hasta el viernes una decena de edificios habilitados y se sumarían otros seis el próximo martes, sobre un total de 65 en toda la ciudad. La delegada zonal del CPE, Mariela Williams, estimó que la rehabilitación de todas las escuelas demorará al menos otras dos semanas. La lluvia de arena del pasado sábado 4 depositó una capa de tres centímetros sobre todo los techos y patios, lo cual obliga a despejarlos por completo antes de reanudar la actividad escolar. El intento realizado en la primera semana por volver a la normalidad sin tener los techos y drenajes limpios no terminó de la mejor manera, porque ante la primera lluvia se produjeron filtraciones donde no las había, y varias escuelas terminaron inundadas. El CPE dispuso entonces suspender las clases en todos los edificios hasta tenerlos en condiciones . Los trabajos están a cargo de la empresa Leal Construcciones, que despliega desde hace días un intenso cronograma para acondicionar las escuelas. Williams dijo que trabajarán sin interrupción durante el fin de semana largo y que el martes habría otras cinco o seis escuelas en condiciones de recibir a sus alumnos. Si las condiciones climáticas no empeoran, a fin de mes podrían estar todas funcionando. No está previsto adelantar el receso invernal, que comenzará el 8 de julio. La funcionaria dijo que son 45 los trabajadores que integran las cuadrillas de limpieza de techos. Para acelerar los tiempos sumaron colaboración de bomberos, que tienen a su cargo las escuelas ubicadas en la zona Oeste. También participa del operativo el personal del Splif, que retira la arena caída, pero no se sube a los techos. “La tarea es titánica y el propósito es recuperar la normalidad lo antes posible”, dijo Williams. En muchas escuelas los padres se organizaron para ayudar a limpiar los accesos a los inmuebles y otras actividades que no representen riesgos. Para acotar el perjuicio por la pérdida de clases, la mayoría de los establecimientos organizó con sus docentes la copia y distribución de contenidos para que los chicos estudien en sus casas, tal como ocurrió hace dos años con el brote de gripe A.
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