Bariloche, linda pero con pocos congresos

A pesar del repunte logrado en materia de eventos de esa naturaleza a escala nacional, la ciudad no seduce fundamentalmente por carecer de un espacio adecuado para esos encuentros. Las iniciativas tendientes a cubrir ese déficit navegan entre dudas y críticas.

a SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A pesar de sus paisajes, de su tradición como centro turístico y la calidad de su aeropuerto y su hotelería, Bariloche captó apenas el 1 por ciento de los congresos y conferencias realizadas el año pasado en todo el país.

Un informe estadístico elaborado por la Editorial Ferias y Congresos establece que en 2003 la actividad tuvo un repunte considerable respecto del año anterior, al punto de que la inversión involucrada creció en un 68,8% respecto de 2002.

Pero el mismo relevamiento describe una realidad incontrastable: esta ciudad sólo consiguió atraer 6 congresos sobre un total de 695 que se realizaron en todo el país. Esa escuálida porción la dejó en un décimo lugar en el ranking de ciudades sede, que encabezó holgadamente Buenos Aires.

Las cifras dan muestra sobrada de que la alternativa de aprovechar los congresos y convenciones para garantizar el movimiento turístico en las bajas temporadas es todavía una expresión de deseos. Y también que en materia de marketing de congresos hay un larguísimo camino por recorrer.

En la actualidad Bariloche no tiene un centro de congresos y convenciones (el proyecto largamente postergado no pasó todavía la instancia de los planos y las maquetas) y los que pocos que llegan a esta ciudad deben desarrollar sus reuniones en hoteles como el Llao Llao o el Panamericano, donde los salones principales tienen una capacidad de hasta 700 personas.

El director de Ferias & Congresos, Juan Carlos Grassi, opinó que la ciudad necesitaría un centro de convenciones con capacidad para 2.000 personas, porque el 95 por ciento de las reuniones de ese tipo no superan ese número de asistentes.

El proyecto impulsado por el Emprocentro involucra una inversión mínima de 15 millones de pesos y la capacidad prevista estaría apenas por encima de la que ofrecen los grandes hoteles.

El emprendimiento se encuentra parado desde hace más de un año a la espera de un estudio que evalúe el «impacto urbano» de la construcción. Otro debate pendiente es el lugar donde será emplazado, ya que el ente promotor y el grueso del empresariado turístico quiere que el Centro de Convenciones esté en plena costanera, frente al Centro Cívico. Pero son muchos los vecinos, arquitectos y grupos ambientalistas que resisten la idea.

El balance anual difundido por la revista especializada abunda en datos reveladores. Luego de una caída en picada que se inició en 2000 y redujo la actividad de congresos a una tercera parte de la que tuvo en sus mejores años, en 2003 registró un repunte que superó por lejos el desempeño global de la economía y del turismo en general.

La facturación total por inscripciones, auspicios, decoración y armado de stands, folletería, gastos de movilidad, compras, alojamientos y otros rubros asociados alcanzó en todo el año los 179.218.654 pesos.

El número de congresos realizados fue de 695. Buenos Aires captó 386 (el 55,5%). En el interior el liderazgo correspondió a Mar del Plata con 72.

Nota asociada:

Un tema de marketing

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