Bariloche, un imán para el trabajo a la gorra
Todas las tardes, artistas, vendedores y artesanos se congregan en el Centro Cívico, la calle Mitre y el anfiteatro ante la mirada de cientos de turistas y barilochenses.
Temporada
En la esquina de Mitre y Villegas, se amontona público y los peatones deben pedir permiso para pasar. Tres jóvenes cantan canciones de folklore latinoamericano; mientras a unos pocos metros, un hombre pinta cuadros con los dedos.
Cuando empieza a caer a la tarde, el Centro Cívico, las cuatro primeras cuadras de la calle Mitre y el anfiteatro de Moreno y Villegas comienzan a poblarse de artistas que trabajan a la gorra y que improvisan espectáculos, artesanos y vendedores que llegan de diversos rincones del país a trabajar durante la temporada.
Es la tercera temporada en Bariloche del músico Christian Knuf, de Isidro Casanova. Desde el 29 de diciembre, ofrece espectáculos de música electrónica y percusión africana, con elementos reciclables, en la puerta de una chocolatería de calle Mitre. “Armé una batería con dos tachos de pintura, una sartén, una tapa de olla. Lo único real de la batería son los dos platillos. La idea fue ofrecer algo bien expresivo y la verdad es que suena tremendo. La respuesta de la gente es lo mejor. Toco 40 minutos y quizás me llevo 500 pesos”, explica el joven de 26 años.
En la vereda de enfrente, el cordobés Julio Torres, de 39 años, pinta cuadros con los dedos. “100 pesos, los grandes y 50, los chiquitos”, le responde a una turista aunque sin dejar de pintar. Sucede que cada cuadro lo pinta en un minuto y medio, “por reloj”.
“Hace 20 años que vivo de esto. Me permite viajar, conocer y sobrevivir. Mi papá trabajaba en la construcción pero le gustaba mucho la pintura y nos pasó esta técnica a mis cuatro hermanos y a mi. Era un hobby; ahora es mi trabajo”, relata Julio.
Esta temporada de verano, la Subsecretaría de Cultura de Bariloche otorgó alrededor de 70 permisos para trabajar en el centro. Como la mayoría de los artistas pretende trabajar cuando cae la noche, desde el área de Fiscalización, elaboraron una grilla para evitar la superposición de los números.
No más de dos horas por tarde, el grupo Apu Andino ofrece un repertorio de folklore latinoamericano en la esquina de Mitre y Villegas. “Vivimos en una chacra con amigos en Cipolletti y es la sexta vez que venimos a Bariloche, junto a mi compañero, un amigo colombiano y mi hijo de 4 años. Venimos cada vez que tenemos ganas de respirar aire de la cordillera. Somos viajeros, ante todo. Hemos recorrido Sudamérica y Argentina. Estamos constantemente en movimiento”, explica María Quipildor entre canción y canción.
DeBariloche
Comentarios