Apareció un supuesto dueño y 50 familias temen el desalojo

Apareció un supuesto dueño y 50 familias temen el desalojo

Luego de varios reclamos desoídos, el Instituto Municipal de Tierras y Viviendas decidió conformar una mesa de diálogo encabezada por la Defensora del Pueblo Beatriz Oñate para encontrar una solución a la toma del barrio Don Bosco, ante el creciente temor de los vecinos de ser desalojados.

Oñate dijo que en el último tiempo se presentó “un supuesto dueño o apoderado” de las tierras en cuestión, donde hay familias asentadas desde hace 19 años. Consideró que el Estado no se puede desentender y tiene que “acompañar a los vecinos, para que no se encuentren solos en esta negociación”.

Varios de los ocupantes señalaron que el supuesto apoderado, de apellido Sujolovsky, los presiona para que se vayan o les ofrece los lotes en venta por sumas que son “imposibles de pagar”.

La Defensora señaló que esta semana espera convocar a una primera reunión con todas las partes en el marco de una “mediación comunitaria” y que una de las primeras cosas a requerir es que el apoderado “exhiba la documentación” que lo acredita como tal. Los vecinos dicen que nunca la pudieron ver.

Oñate recordó que las tierras del barrio mencionado “eran mallinosas, inundables”, y las familias allí asentadas “trabajaron mucho para hacer el lugar habitable”.

El barrio Don Bosco está ubicado a la altura del kilómetro 20 de la avenida Bustillo. Las familias que tomaron en el lugar son alrededor de 50 y están asentadas allí desde hace 12 años, en promedio.

Una mujer que vive en el lugar dijo que el dueño original de las tierras no tenía problema con los ocupantes, que debía mucho dinero de tasas y estaba dispuesto a negociar con el municipio. Pero hace unos años murió y en su lugar apareció el presunto apoderado, quien los quiere desalojar y “ha amenazado a algunos con voltearles la casa con una topadora”, dijo la vecina.

También aseguró que “en redes sociales ofrece los terrenos con los ocupantes adentro” y aclara que el comprador tiene que hacerse cargo de echarlos.

A los vecinos que viven allí les ofrece en venta los lotes a cambio de 120 cuotas de 400 dólares. “Es una barbaridad, no podemos pagar éso” dijo la mujer, quien prefirió no dar su nombre por temor.

Señaló también que la actual gestión municipal se desentendió del problema y les dijo que debían llevar el trámite por su cuenta porque se trataba de “un asunto entre privados”.

Pero recordó que el municipio “siempre acompañó la toma del Don Bosco” y le brindó ayuda para urbanizar el lugar y para colocar los servicios de luz, de agua e incluso de gas natural.

Recién la última semana, luego de pedirlo una vez más, lograron que el Instituto de Tierras y Viviendas se aboque a solucionar el problema y promueva la mediación de la Defensoría del Pueblo.

“No somos ocupantes ilegales porque siempre tuvimos el aval del municipio”, aseguró la vecina consultada por este diario.