Adopción en Río Negro: alta demanda para un puñado de chicos

En Río Negro hay cinco chicos que buscan una familia pero por ahora los perfiles de los inscriptos en el registro de adopción
–que superan ampliamente la cantidad de niños– no coinciden con las premisas y necesidades de estos chicos.

La reforma del Código Civil y Comercial hizo que se tomen nuevos paradigmas en el instituto de la adopción que, como primera medida, unificó un Registro de Adopción que terminó de concretarse el año pasado con la adhesión de Catamarca, la última provincia en sumarse a este sistema federal en el cual se comparten listados de postulantes y se amplía el abanico de búsqueda para los niños en condición de adoptabilidad.

En la provincia

Río Negro no es la excepción a las condiciones generales del país. La ecuación es que hay muchas más parejas, personas individuales y matrimonios postulantes interesados en adoptar un niño que chicos en condición de adoptabilidad, una definición que se otorga luego de haberse frustrado su permanencia con la familia natural y tras la intervención judicial.

Hoy hay 151 postulantes activos en todo Río Negro de los cuales 70 se inscribieron en Bariloche, la ciudad con mayor cantidad de postulantes en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines de Adopción (Ruagfa). Este registro funciona como una estructura del Poder Judicial y tiene delegaciones en Viedma, Roca, Bariloche y Cipolletti.

“Muchas veces hay cuestionamientos o frustraciones porque pasan muchos años de inscriptos sin llegar a concretar la adopción, pero nosotros decimos que si es así no habrá un niño que necesite esa familia. Hoy se trabaja en función de los niños”, precisó Silvana Mucci, titular del registro en Río Negro y secretaria de Gestión del Superior Tribunal de Justicia.

Mucci detalló que en la provincia “hay muy pocos chicos en estado de adoptabilidad, que no coinciden con la disponibilidad de los postulantes, porque son chicos más grandes o grupos de hermanos”. El Poder Judicial no maneja el listado de niños en condición de adoptabilidad, sólo el registro de inscriptos que deben ser evaluados y calificar para ser adoptantes.

La realidad del registro fue explicada a unos sesenta postulantes que días atrás participaron en Bariloche de una charla abierta con funcionarios del registro en Río Negro y que tuvo la participación de la directora nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos, Graciela del Valle Fescina, que junto a su equipo técnico recorre las provincias para aunar criterios y dar a conocer la situación actual del país, donde hay 5.550 postulantes y entre 800 y 900 niños en condición de adoptabilidad (el último informe oficial es del 2014).

La funcionaria nacional precisó que “no se le garantiza al adulto ser convocado porque no hay tantos niños como postulantes, en general las familias argentinas están decididas a criar a sus chicos y hay sistemas de ayuda del Estado que colabora cuando hacen falta recursos materiales para que los chicos puedan permanecer con sus familias”.

Explicó que el objetivo del registro nacional es “trabajar en forma conjunta todos los efectores del sistema para que el niño pueda volver a ser acogido en una familia y tenga el afecto y cubiertas sus necesidades materiales y personales desde un lugar familiar”.

Nuevos paradigmas

“La mirada antes estaba apuesta más hacia la necesidad de los adultos, quienes no habían podido ser padres biológicos naturalmente, y se tenía como ese paradigma del deseo del adulto, no se escuchaba al niño”, señaló Fescina.

Agregó que “hoy está impregnado el codificador en el respeto hacia quien ya ha tenido una vulneración de derechos, entonces se mira las necesidades del niño y el derecho del niño”.

Una vez que se declara el estado de adoptabilidad –por orden judicial– empieza la búsqueda de postulantes en el registro local y, si no hay en la ciudad perfiles que coincidan, se extiende al resto de la provincia y luego a otras jurisdicciones.

El niño y la familia interesada en adoptar tienen una etapa previa al otorgamiento de guarda para que se conozcan y establezcan vínculos. Este período no tiene plazos y, una vez que los profesionales del registro y de diversos organismos que intervienen en el caso consideran que está superada esa etapa, se avanza para obtener la sentencia de guarda (es por seis meses) y se inicia el proceso de adopción que culmina con la sentencia de adopción que otorga el estado de hijo.

Los niños en espera

Los postulantes del registro en un 90% optan por receptar niños bebés, de 0 a tres años, por eso los más grandes, que ya están escolarizados, que tienen una historia, los adolescentes, niños con alguna enfermedad o discapacidad o grupos de hermanos tienen mayores dificultades para encontrar una familia adoptiva.

Para estos casos, el registro habilitó un sistema de búsqueda en la web a través del Ministerio de Justicia de la Nación llamado Buscamos Familia, donde se incluyen 208 niños, niñas y adolescentes de distintas provincias y se da a conocer con un cuidado especial en la información que se pública, sus características y cualidades.

60 aspirantes asistieron a la charla en Bariloche.

GENTILEZA

Bariloche es la ciudad con mayor cantidad de postulantes en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines de Adopción (Ruagfa), estructura del Poder Judicial.

“Acepté la posibilidad de adoptar un niño más grande”

Si bien alrededor del 90% de los inscriptos restringe su búsqueda a niños de hasta tres años, otros se abren a la posibilidad de establecer un vínculo familiar con chicos más grandes. En el caso de M., se había inscripto hace más de una década y hasta llegó a sentirse maltratada. Pero las cosas cambiaron con la creación de los Juzgados de Familia, la conformación de los equipos técnicos, la creación del Registro y la modificación de la ley y luego del Código. A fines del 2016 , tuvo un primer encuentro con un chico institucionalizado en una localidad vecina, acompañada del equipo técnico. “Empezamos a vernos dos veces por semana y así fuimos vinculándonos con fuerte seguimiento de los profesionales”, asegura. Compartieron las Fiestas y después le dieron un externación transitoria a su cargo por 90 días. El adolescente comenzó 2º año del secundario en Viedma, se vinculó plenamente con su nueva familia e hizo nuevos amigos. A fines del año pasado la jueza de Familia María Laura Dumpé decretó la adopción plena.

En números