Opinión: Falla multiorgánica

La semana en Bariloche en la mirada del periodista Daniel Marzal.

Datos

Si el tránsito en la ciudad fuera un organismo vivo, estaría desde hace tiempo en situación de enfermo terminal.
El Concejo Deliberante acaba de ajustar la tarifa del estacionamiento medido, que pasará a costar 20 pesos en la primera hora.
Según los fundamentos del proyecto promovido por el intendente Gennuso, el estacionamiento pago se reveló como una herramienta “altamente eficaz para el ordenamiento del tránsito”.
Pero más allá de las intenciones, es improbable que la nueva ordenanza contribuya a mejorar la organización del flujo vehicular.
La creación de una enorme playa arancelada junto al puerto también se demostró poco efectiva. Tiene pocos clientes, los residentes la evitan y sólo registra más demanda en plena temporada turística.
Las regulaciones del estacionamiento sólo dan resultado si hay sanciones rápidas y efectivas para quienes dejan sus autos en sitios prohibidos, como el Centro Cívico o la acera derecha en las calles principales. Un sistema que tiene agujeros por todos lados.
Pero el estacionamiento no es todo. La sustentabilidad a mediano plazo de la movilidad urbana dependerá también de desalentar el uso del auto, tener una red de ciclovías y generar espacios amigables para el peatón, como lo advirtió un estudio técnico aportado por el BID hace tres años que hasta ahora se aplicó poco y nada.

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