Unidos desde chicos por una misma pasión

Los hermanos Igor y Martín Magister compitieron en el Campeonato Argentino de Laser, que se desarrolló en Bariloche, y obtuvieron el cuarto y sexto puesto, en la categoría radial.

No heredaron la pasión por el vóley de su padre pero sí la locura por los deportes acuáticos. Con sólo 7 años, comenzaron a navegar en las frías aguas del Nahuel Huapi. La actividad nunca más se detuvo.

Representando al Yatch Club Bariloche, los hermanos Igor y Martín Magister, de 18 y 21 años, participaron del Campeonato Argentino que se disputó en Bariloche el fin de semana pasado, donde intervinieron 78 barcos. Igor logró el cuarto lugar en la categoría radial; Martín salió sexto.

“Desde siempre, entrenamos y trabajamos juntos. Nos apoyamos todo el tiempo para progresar y nos hacemos críticas constructivas. Nos resulta normal esto de competir juntos y de hecho, se disfruta”, sintetizó Igor.

Como punto a favor tenían el hecho de conocer las características del lago. Sin embargo, los jóvenes se midieron con deportistas olímpicos, como Lucía Falasca y otros que participaron del Mundial de Juveniles. “Estamos acostumbrados a navegar acá pero hay muchas más olas en esta zona del lago. Además, el nivel era muy alto y estuvo bueno medirse con grandes deportistas”, acotó Martín.

Los jóvenes se mostraron más que satisfechos con el resultado obtenido en el nacional. “Entrené muy poco este año entre la facultad y la organización de este evento que llevó mucho tiempo. Y se sintió mucho la falta de práctica arriba del agua, más aun con el viento que hubo”, describió Martín, barilochense que estudia Meteorología en Buenos Aires, mientras entrena y da clases de vela en el Yatch Club Argentino.

En el verano regresa a Bariloche. “Son los meses más fuertes de entrenamiento. Además, con Igor, somos profesores de la escuelita de optimist para chicos de 7 a 15 años. Navegamos de lunes a viernes de 9 a 13. Cuando arranca el colegio, nos encontramos a las 17 y los fines de semana. En invierno, vamos cortando”, relató.

Los hermanos coincidieron en que el laser suele ser considerado como “un deporte elitista”. “Al igual que el esquí, las cosas que necesitás son más caras por los monopolios mundiales. Pero conozco mucha gente de pocos recursos que puede navegar”, plantearon.

“Acá tenemos este lago, agregó Igor, en lugares como Buenos Aires, salís al río a navegar y la gente no ve qué pasa porque todo sucede cinco millas adentro. En cambio acá navegás y la gente puede acercarse a mira y conocer”.

El viento y el fuerte oleaje en el lago pueden jugar en contra. “En el nacional, hubo olas de dos metros y casi 40 nudos de viento –unos 75 kilómetros por hora–. Si bien la clase Laser no tiene límite, con 25 nudos se suspende por seguridad. De todos modos, haber traído un campeonato argentino a la ciudad fue todo un logro”, destacó Martín.

El viento es clave

“El Laser es un deporte con muy poca difusión pero entiendo que es difícil entender el deporte”.

Martín Magister, deportista y entrenador

Los comienzos de los hermanos en Optimist

Si bien practican Laser desde los 15 años, comenzaron entrenando en la escuelita de Optimist.

“Se usa un barco más chico de 2,20 metros de largo con una vela más chica. Es más de iniciación. Con eso, arranca la mayoría. Después, el Laser es una clase olímpica y tiene tres velas diferentes”, detalló Martín.

Su hermano, Igor, no duda cuando se le pregunta qué es que más se disfruta en el agua: “La libertad, sin dudas, y el compañerismo porque si bien es un deporte individual, necesitás de un equipo para poder entrenar. Solo no llegás a ningún lado”.

Datos

25
nudos de viento lleva a suspender una competencia de Laser. En Bariloche, hubo 40 nudos (75 km/h).
“El Laser es un deporte con muy poca difusión pero entiendo que es difícil entender el deporte”.

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