Batalla por los pobres

No hay comedores. No hay refrigerios. No hay Centros de Desarrollo Infantil. Hay una apuesta a largo plazo, que apunta a recuperar el valor de la familia, a que los chicos reciban asistencia en el seno de su hogar, a que sus mamás sepan cómo y tengan con qué brindarles el alimento que necesitan.

El proyecto de la secretaría de Acción Social del municipio destierra aquellas propuestas que se reprodujeron en los momentos de crisis. Que ayudaron, pero que se prestaron también para muchos abusos y que ocasionaron desarraigos familiares.

La asistencia se piensa canalizar por medio de módulos alimentarios que se distribuirán en base a un padrón único de beneficiarios, un listado que está en etapa de actualización. Además, se lanzará un bombardeo de talleres de capacitación en los distintos barrios destinados especialmente a las madres.

Es una propuesta distinta, que por ahora se la conoce principalmente en teoría.

Mientras, en forma muy reservada está naciendo otro esquema de ayuda social en Cipolletti.

Nada menos que en la tierra fuerte del Encuentro de los Rionegrinos, el radicalismo decidió crear una delegación del Ministerio de la Familia, que funcionará desde mañana en González Larrosa 1.332. Es un edificio que aparecía como una dependencia de Promoción Familiar; una pantalla que escondía otra finalidad.

El ministro de Familia, el cipoleño Oscar Idoeta, prevé manejar desde allí los distintos programas sociales, entre ellos, el «Comer en Casa», que se acerca mucho a la propuesta municipal. Los planes que correspondan a la amplia zona Chichinales-Catriel, se canalizarán en esta propiedad, que será una superestructura social, donde no sólo se manejarán papeles y documentación, sino también mercadería. Será, sin duda, una piedra importante en el camino de gobierno de Alberto Weretilneck.

El municipio no podrá descuidarse ni un segundo en la ayuda social si no quiere perder terreno. Sin embargo, el plan que impulsa el secretario Daniel Fraile está aún en pañales. Se ve más a largo plazo, y tiene, al menos en teoría, mucho de educación, de concientización.

Además, hasta que no esten listos los registros y se depuren todos los datos, la municipalidad tiene pensado seguir realizando una entrega de módulos alimentarios «limitada». Fraile argumenta: en abril, 95 personas se aprovecharon de la situación y retiraron dos veces la bolsa con mercadería.

Es una realidad. Como lo es que el plan local se está armando lentamente, mientras las necesidades se mantienen, y en la zona más populosa de Cipolletti emerge una dependencia provincial que viene con oídos atentos a los pedidos. Hasta ahora los reclamos no se tradujeron en protestas callejeras, pero se escuchan.

Teniendo en cuenta por un lado las aspiraciones de Weretilneck y las de Encuentro de los Rionegrinos; y por otro, la de los radicales que tienen la idea fija de recuperar el municipio, es evidente que se avecina una batalla social importante en la ciudad.

Es muy posible que haya abusos. Que la ayuda llegue sobredimensionada para algunos, y que otros, que más lo necesitan, se queden mirando.

Todo dependerá de cómo se vuelcan a la práctica los proyectos sociales. El del municipio por un lado, y el que pregona el Ministerio de la Familia, por otro. Dependerá de la imagen que tengan del beneficiario: si un cipoleño que realmente necesita asistencia o sólo un voto más.

 

Elizabeth Hoischen cipolletti@rionegro.com.ar


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