Bergoglio: “Siempre hablé como un obispo cualunque”

El presidente saliente de la Conferencia Episcopal Argentina hizo un repaso de los seis años al frente del organismo. Dijo que se sintió “como los demás” y reocnoció que deja algunas deudas con los curas de la arquidiócesis.

El cardenal Jorge Bergoglio, presidente saliente de la Confederación Episcopal Argentina (CEA), volvió a evitar cualquier referencia a la realidad del país y, al hacer un repaso de los seis años que encabezó ese organismo, aseguró que siempre habló como “un obispo cualunque” y se sintió “como los demás”. Bergoglio, quien será reemplazado en el cargo por el arzobispo de Santa Fe, José María Aranceño, reflexionó que “siempre hay cosas que cambiar” en toda circunstancia de la vida, tras enfatizar que sería positivo “pensar en que podemos ser un poco más santos todos” y “hacer un esfuerzo para acercarnos a Jesús”. En diálogo con representantes de prensa de la Conferencia Episcopal, el arzobispo -quien no tiene posibilidad de aspirar a un tercer mandato por estatuto-, al ser consultado sobre si dejaba sus funciones con alguna deuda, respondió: “Sí, se me ocurren muchas cosas, con los curas, acá en la arquidiócesis (de Buenos Aires)…”. Sin embargo, evaluó que “hay que seguir caminando e ir haciéndolas de a poco. Esta es una ciudad que de noche tiene 3 millones de habitantes y de día 8. Cuántas cosas hay que hacer ahí…” Bergoglio destacó la “unidad y la fraternidad” que hubo entre sus pares durante los seis últimos años que estuvo al frente de la CEA y subrayó la actitud que asumió desde su función de responsabilidad: “Hablé como un obispo cualunque. Como presidente, no. Me sentí siempre como los demás”, expresó. El purpurado admitió, luego, su gusto por “callejear” por distintos barrios porteños y habló de su escasa relación con la tecnología: “Celular no tengo, computadora no sé manejar. Tengo una Olivetti…y con eso me arreglo para contestar las cartas. Generalmente escribo todo a mano”, detalló. Al preguntársele cómo se informa sobre las noticias del país y del mundo, Bergoglio puntualizó que todas las mañana lee el diario, lo cual no le lleva “más de 20 minutos”. “Y no sé qué es, pero tengo una habilidad o capacidad de leer en diagonal, de pescar justo los puntos clave, desarrollarlos y entender qué hay detrás y, si no, preguntar. En general, a la mañana ya estoy informado”, destacó. Agencia DyN


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