Biblioteca de Catriel festejará sus 31 años

CATRIEL (ACA).- La biblioteca «José Hernández» cumple 31 años el 9 de julio y entre otras cosas, en el marco del festejo, anunció que la cadena de supermercados La Anónima y la «Fundación Leer» le donaron 600 libros y el mobiliario para un «Rincón de lectura» infantil».

Luego de superar una profunda crisis, se trabaja normalmente mientras un grupo de jóvenes creó en el lugar una escuela de arte donde los capacitadores trabajan ad honorem solidarizándose con la iniciativa desde hace casi dos años.

Para que no se superponga con la fiesta patria, el cumpleaños se hará el día 12 a las 20.30, y habrá una exposición de todos los talleres de arte. También habrá una muestra de libros antiguos. Si bien la entrada será gratuita se pedirá a título de colaboración que quienes puedan entreguen un libro. A la fiesta se ha invitado a los socios fundadores y se leerá un cuento de Nora Carrasco, que próximamente será impreso. «En la fiesta vamos a entregar menciones especiales a todos aquellos que de una manera u otra han colaborado siempre con esta biblioteca, entre ellos a la señora que esperó cinco años para que le entreguemos el auto que ganó en una rifa» indicó la titular de la institución.

La entidad, que cuenta con unos 10.500 libros y que tiene como titular a Nora Cichinelli, viene de pasar por el tamiz de una profunda crisis en la que un organizador de rifas no entregó los premios entre los que se incluían dos autos. Por uno de ellos enfrentó una causa judicial y al llegar a la instancia de los edictos de remate, el municipio y la provincia pagaron la deuda con lo que se evitó el cierre de la institución. El otro auto lo pagó un 20 por ciento el organizador de la rifa y el 80 por ciento Cichinelli.

Aún hoy no hay una comisión directiva conformada, pues por los problemas que atravesó durante varios años, la cantidad de socios se redujo notablemente a punto que no alcanza el número para conformar la comisión directiva. Dispone de dos bibliotecarias y un entusiasta grupo de jóvenes que crearon una escuela de arte en un sector en desuso del edificio.

«Pasamos momentos muy difíciles pero nunca cerramos las puertas. Hubo un período en el que no atendíamos al público porque tuvimos problemas con los servicios pero apenas se subsanó se volvió a abrir» cuenta Nora.