Biblioteca de Roca resiste una crisis sin precedentes

No tiene gas ni medidor. Tampoco hay planos del edificio y les bloquearon los subsidios.

ROCA (AR).- A pesar de atravesar un difícil momento, la Biblioteca Popular Crecer, de barrio Aeroclub de esta ciudad, sigue luchando para subsistir. Un torrente de carencias les cayó durante el último tiempo como una avalancha, sin embargo mantiene sus puertas abiertas. Para ello, hubo que adaptarse a las «nuevas condiciones».

Desde los últimos meses, la biblioteca se quedó sin gas, porque les retiraron el medidor por falta de pago, ahora necesitan un arquitecto para hacer los nuevos planos para asegurar la red, un contador que realice los balances de períodos anteriores, y también contar con los recursos económicos que les posibiliten habilitar una fotocopiadora y cuatro computadoras que -hasta el momento- no han podido ser puestas en marcha.

La peor parte se la llevan los numerosos estudiantes que no pueden utilizar las instalaciones como quisieran y menos aún las herramientas con las que se cuenta. Ocurre que, solo como un ejemplo de la crisis que vive la biblioteca, han tenido que cambiar los horarios de atención porque el frío hace insoportable pasar más de dos o tres horas por turno en la institución, cuado antes atendían alrededor de nueve horas diarias.

Dado que el establecimiento, desde un principio, fue utilizado para dictar clases de apoyo a estudiantes primarios, secundarios y universitarios, antes se recibía una ayuda municipal para el costeo del gas. Sin embargo, desde el último tiempo la mayoría de los recursos se han reducido.

Desde el municipio, la secretaria de Gobierno, Anahí Tappatá argumentó «que sólo se dejó de pagar en base a un proceso de depuración que se ha realizado en este mandato».

Además, sostuvo, «es algo que le corresponde hacer al gobierno provincial, por lo que de existir denuncias o reclamos deberán elevarlo a Viedma».

Juan Wilde, miembro de la comisión directiva, explicó que «un día cualquiera se acercó gente de Camuzzi y retiraron el medidor, y nos pidieron nuevos planos para poder reinstalarlo, ya que la biblioteca fue modificada en algunos aspectos».

En este marco, se solicitó a esta empresa (la distribuidora Camuzzi Gas del Sur) los planos de la primera instalación pero niegan tenerlos, es decir que se nos complica aún más poder avanzar en esto. En fin, ahora hay que contratar a un arquitecto que planifique la red», detalló.

Las pérdidas no sólo tienen que ver con la franja horaria que se acotó, y con las condiciones adversas con las que deben lidiar las personas que concurren a la biblioteca, sino que también perjudica la utilización de elementos tecnológicos con los que cuentan. Tienen una fotocopiadora y cuatro computadoras con internet inhabilitadas por la falta de recursos económicos para afrontar los gastos que esto amerita.

La comuna ha expedido reiteradas respuestas negativas a los pedidos hechos por la comisión directiva de la biblioteca, señaló el directivo, ya que niegan su responsabilidad para con el ente, adjudicándole al gobierno provincial, a Cultura y a la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP) la total funcionalidad sobre las carencias del establecimiento.

«Por otro lado no se han podido cerrar los balances de los dos períodos anteriores por lo que no podemos recibir subsidios de ningún tipo», admitió Wilde.

Es por eso que «se está pensando en la manera de recaudar lo necesario para contratar los servicios de un contador que pueda terminar este trabajo, y así nosotros poder entregar a las autoridades los papeles que exigen para obtener la posibilidad de recibir un subsidio», concluyó Wilde.


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