Blatter puede ser reelegido, a pesar de las críticas

Calificaron de corrupto al presidente de la FIFA y hasta le pidieron su renuncia.

El suizo Joseph Blatter tendrá mañana en Seúl una fuerte posibilidad de ser reelegido para un segundo período como presidente de la FIFA, no obstante nuevos y desesperados ataques lanzados por sus opositores.

Blatter rechazó anoche las acusaciones de su opositor, el camerunés Issa Hayatou, y de cuatro de los seis vicepresidentes de la FIFA, que otra vez lo tildaron en una conferencia de prensa como «corrupto» y exigieron su renuncia.

«Blatter lleva a la FIFA al desastre», advirtió Hayatou, flanqueado por su colega surcoreano Chung Mong-Joon, el sueco Lennart Johansson y el italiano Antonio Matarrese, quien también exigió la renuncia del vicepresidente de la FIFA, el argentino Julio H. Grondona, porque «no ve, no siente y no habla». (Ver aparte).

Johansson, presidente de la UEFA, acusó a Blatter de haberle dado quince mil dólares al ex jugador camerunés Roger Milla para su partido homenaje, a cambio que lo apoyara en la campaña electoral.

La acusación se suma al informe con gravísimos cargos denunciado unas semanas atrás en Zurich por el secretario general de la FIFA, Michel Zen-Ruffinen y que sirvió de base para que once de los veinticuatro vicepresidentes de la FIFA denunciaran a Blatter ante la justicia ordinaria, en un escándalo sin precedentes en el fútbol mundial.

Las «bombas» contra Blatter no cesaron allí. Otro de los vicepresidentes de la FIFA, el escocés David Will, denunció ayer que los cuatro años de gestión del suizo provocaron un rojo de casi trescientos millones de dólares y que la entidad está inmersa en un «desastre financiero».

Will, síndico interno de la FIFA, denunció que la pérdida neta en los últimos tres años fue de ochenta y cinco millones, pero que se multiplicó en el último ejercicio, por lo que debió pedírsele a la banca privada cuatrocientos treinta y cinco millones de dólares, entregando como garantía los ingresos del Mundial 2002 y de Alemania 2006.

Blatter aseguró que apenas comprometió el siete por ciento de los ingresos futuros de la entidad a cambio un préstamo bancario y rechazó que el dinero que sí regaló a Milla se tratara de un soborno.

El bloque liderado por Hayatou ve en Blatter una prolongación más personalista de la gestión de veinticuatro años del brasileño Joao Havelange, con manejos discrecionales de fondos y conducciones paralelas dentro de la propia FIFA.

Pese a todo, Blatter, según los analistas, cuenta con fuertes posibilidades de triunfo, ya que tiene un notable manejo sobre los votos del Tercer Mundo y sobre un total de doscientos cuatro sufragios son suyos los treinta y cinco de la ex Concacaf, los diez de Sudamérica, como también la mayoría árabe y buena parte de Asia. (AR y ANSA).


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