Boca era más, hasta que ganó la barbarie

El partido se suspendió en el segundo tiempo.

El fútbol volvió a perder por piedrazos, ayer en la Bombonera. Cayó arrodillado ante la barbarie, deleznable fenómeno que permanecía agazapado en los últimos meses, pero que ayer volvió a demostrar que mantiene los colmillos afilados Se jugaban 24 minutos del segundo tiempo, y el salvajismo más primitivo volvió a estallar en una cancha de fútbol. Fue entre dos hinchadas que, históricamente, se han caracterizado por la ferocidad, integrada -como otras- por pandilleros y profesionales de la extorsión y el arrebato Hubo un partido, claro, que no tuvo demasiado vuelo. De haberse completado, Boca hubiera conseguido una indiscutible victoria, tal vez demoledora De entrada nomás se puso en ventaja gracias a una carambola. Cuando corrían ocho minutos Barros Schelotto tocó hacia atrás para Tévez. En ese momento se produjo el ping-pong: el pase fue rechazado por Claudio Arzeno y el balón pegó en Juan Azconzábal para vencer por arriba a Navarro Montoya Ese primer tiempo se desdibujó entre la incapacidad de Chacarita para intentar el empate, y la seguridad que comenzaba a transmitir su arquero, que evitó el 2 a 0 al tapar a los 45 un derechazo de Tévez, luego de una asistencia de Cagna. Antes había habido un remate de Burdiso controlado también por el «mono» Ya en el segundo, a los 8 minutos llegó lo mejor de la tarde, acaso la única luz de una tarde oscurecida por la barbarie. Sebastián Battaglia combinó con el brasileño Iarley para que este a su vez cediera a Tévez, quien luego de eludir a un defensor le pegó y la clavó en el ángulo izquierdo de Navarro Montoya. Un gran gol para un jugador distinto Boca se adueñó por completo de la pelota, y refugiado en su defensa -ya una marca registrada, con Schiavi manteniendo un nivel altísimo- y con algunas dosis de buen fútbol, bien pudo agrandar la distancia en el marcador. Algo de desacierto en la definición y la buena tarea del «Mono» evitaron la goleada Hasta que el virus de la violencia volvió a enfermar la Boca. Los hinchas de Chacarita volvieron a acaparar la atención par generar los disturbios que terminaron por clausurar el partido.

Desde el sector de plateas visitante los fanáticos de Chacarita rompieron caños y los arrojaron a los plateístas de Boca, además de lanzarles gran cantidad de piedras en momentos en que los integrantes de la '12' fueron en busca de los agresores Cientos de hinchas boquenses pasaron por detrás del sector de prensa hacia el lado del Riachuelo, mientras los jugadores del equipo de Carlos Bianchi le rogaban a Sequeira que suspendiera el encuentro ante la magnitud de los desmanes (ver recuadro, Crónica de una tarde violenta) A última hora de ayer, surgieron versiones de motivaciones políticas en la provocación de los hinchas de Chacarita. ¿Puede tener Barrionuevo intenciones de desgastar a Macri y, supuestamente, beneficiar a Ibarra? Parece algo descabellado, pese a que el vicepresidente Pedro Pompillo no rechazó la versión Como fuera, cuando la pelota rodó, Boca fue más. Cuando las piedras se liberaron, la barbarie ganó por goleada. (AR)

A los 30 minutos del segundo tiempo, los 22 jugadores que estaban en el terreno de juego dejaron de correr. El «espectáculo» se había trasladado del césped a las tribunas. Atónitos, miraban cómo un grupo de inadaptados se peleaba. La barbarie fue protagonista y el partido fue suspendido, con un saldo de 55 personas heridas Se sabía de antemano que las hinchadas tienen una fuerte rivalidad y varios antecedentes de incidentes graves. A pesar de eso, no se tomaron las medidas de seguridad correspondientes. Amparado en el reglamento, Boca le dio a Chacarita sólo la bandeja superior, porque el visitante no podía garantizar que llenaría la tribuna completa. A los costados y en las bandejas inferiores, todo era de Boca

En el primer tiempo se dio el duelo de hinchada pero sólo en los cantos. Una desafiaba a la otra y hubo piedras de un lado y del otro. Un anticipo de lo que vendría. Cuando quedaban 15 minutos para que finalice el partido llegó lo peor. La barra brava de Chacarita empezó a tirar de todo desde la tercera bandeja hacia la segunda. Cortaron paraavalanchas y hasta arrancaron las puertas de madera de los baños para tirarles a los hinchas de Boca. En ese momento, el partido se paró. A esa altura, todo la cancha era testigo de la locura. Los hinchas de Chacarita derribaron una reja. Por ese sector avanzaron hasta donde estaba la gente del local. Ambos bandos se tiraron de todo En ese momento la barra brava de Boca, que estaba en la popular de enfrente, se enfureció. Un empleado de control del club abrió una puerta de la segunda bandeja y los violentos de Boca pasaron por detrás de las cabinas de prensa para llegar hasta el otro lado y enfrentarse con los visitantes. Entonces la policía decidió intervenir y tiró gases. Habían pasado quince minutos y varios heridos ya eran atendidos en la enfermería del club.

En vicepresidente de Boca, Roberto Digón, le quitó la responsabilidades de los incidentes a su club: «Hay que preguntarle a la policía por qué pasó todo. Los que vieron esto saben quiénes son los responsables». El dirigente agregó: «Sin ninguna duda, el que tiene que brindar la seguridad a los ciudadanos es el estado. Gastamos entre cerca de 50 mil pesos en un operativo -600 efectivos- y la policía brilla por su ausencia». Enfurecido, criticó: «Recién cuando hubo un grupo importante de heridos aparecieron veinte policías».

El partido tuvo emociones de todo tipo. Desagradables, como las que obligaron a que se suspendiera. Pero también de las otras, antes de que la rabia se soltara en las ajadas tribunas de la Bombonera.

Boca le entregó una plaquete de reconocimiento, por el brillante paso que tuvieron por el club, a Fernando Navarro Montoya -sin duda, uno de los mejores arqueros de su historia- y al colombiano Mauricio Serna, uno de los símbolos del equipo que salió bicampeón de América con Bianchi.

En cuanto al partido en sí, la figura fue Tevez. Encaró y pasó cada vez que tuvo la pelota. Hizo un golazo, con quiebre de cintura y disparo al ángulo incluido. También lo dejó sólo al Mellizo, que definió pero tapó el «Mono». Definió un centro atrás de Schiavi, pero el Mono, a contrapierna, le tapó muy bien el gol. Hizo amonestar al Chicho Serna También jugó bien en Boca el Mellizo Guillermo. Desbordó por los dos costados y tuvo un par de jugadas de gol.

Iarley alternó buenas y malas. Da la sensación de que es algo blandito. Lo ayuda mucho que a Boca le va bien. No hizo mucho aunque en el segundo tiempo jugó mejor. El resto no se destacó pero estuvo firme y prolijo. Como siempre en este Boca de Bianchi.

Con respecto a los hechos de violencia, el presidente de Boca Mauricio Macri acusó ayer a la policía de los disturbios. «La inacción de la policía fue algo inconcebible. Le voy a pedir explicaciones a quien corresponda y también a Javier Castrilli, quien es el responsable de la seguridad en los estadios de la Ciudad de Buenos Aires», advirtió Macri en declaraciones a Canal 9 «Apenas 10 miembros de Infantería llegaron al lugar -continuó Macri- , donde los hinchas de Chacarita intentaban derribar una reja. Pero era apenas una decena contra los 450 que nosotros habíamos contratado. Cuando se enfrentó a los hinchas de Chacarita la policía no tuvo reacción, porque entre los que cometían desmanes no había nadie de Boca. En ocho años que estoy al frente del club nunca pasó nada», lanzó con sospecha.

Confianza en sus jugadores, y una relación que parece transitar un momento de madurez. Así podría definirse el vínculo que une a Carlos Bianchi con sus dirigidos «Todo el equipo -confió el entrenador- me da tranquilidad, no sólo la defensa. El conjunto es equilibrado y por suerte no nos sorprenden. Estamos en un momento bueno. Vamos invictos y punteros en el campeonato porque los jugadores logran economizar energía al estar bien plantados en la cancha», explicó El técnico destacó que «Boca jugó mejor que Chacarita, fue contundente a la hora de definir y manejó el partido frente a un rival que no lo inquietó» Después llegó una plegaria: Bianchi pidió a los hinchas de Boca que «esperen a Iarley porque tiene mucho talento pero debe adaptarse a los roces del fútbol argentino». «¿La ovación a (Mauricio) Serna? Me parece algo lógico porque se trata de un jugador muy querido por el club», agregó el entrenador Bianchi recomendó públicamente a sus jugadores no pensar anticipadamente en la final ante Milan del 14 de diciembre, por la Copa Intercontinental. «Por ahí el que piensa ahora en el 14 de diciembre para esa fecha ya no esté en el club», expresó Bianchi con la fina ironía que lo caracteriza Por su parte, el técnico de Chacarita, Néstor Craviotto, sostuvo que el partido tuvo «un primer tiempo parejo y un gol que llegó por una equivocación. En el segundo intentamos pero nos faltó fuerza arriba. ¿La violencia? Le dan la bandeja de arriba a Chacarita pero a los costados a Boca. Eso no puede ser. O que le den toda la visitante o que no le den nada».


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