Boca: un líder feliz
De a poco el Xeneize recupera su mística.
Erviti finalmente encontró su lugar en el Mundo Boca: a la izquierda de Román.
No sabía Boca que aquel domingo 10 de abril sería la última vez saldría perdedor de una cancha. Eran tiempos tormentosos aquellos. Tras caer 2-0 con Olimpo en La Bombonera, le ganó a Colón (1-0) y Estudiantes (2-1). Martín Palermo no podía hacer un gol y Julio Falcioni era puesto en duda. Entonces sobrevino la caída ante Lanús (2-0). Pero fue la última. Hoy, 17 partidos, nueve triunfos y ocho empates después, Boca es líder absoluto del fútbol argentino como no le ocurría desde hacía 103 fechas. Su última vez había sido en la 17ª fecha del Apertura 2008, torneo en el que fue campeón. ¿Las claves? Ese mediocampo flaco que hundió a la defensa y desnutrió al ataque de Boca en los últimos torneos va alimentándose y con ello fue encontrando el equilibrio entre líneas que hoy lo puso en el tope del Apertura y con el que hace diferencia. El caso del ex Vélez también es una grata realidad, al lograr insertarse en la columna vertebral del equipo, integrada también por Orión, Schiavi y Viatri. Bien plantado Lucas Viatri tanto como delantero de punta como tirándose atrás cuando faltó Juan Román Riquelme, Walter Erviti mostrando de una buena vez por qué Julio Falcioni lo quería en Boca contra viento y marea, convirtiéndose en un todo terreno que defiende, ataca y hasta hace goles de cabeza, y con dos medios de recuperación y esfuerzo, equilibraron lo que hasta hace poco era un cuerpo desbalanceado. Así la delantera es más efectiva, sumando los medios al ataque, y la defensa ya no queda tan expuesta, al punto de haber recibido solo dos goles en siete partidos. Rolando Schiavi y Leandro Somoza son otros nombres que explican al líder. El Flaco, con sus 38 años, es la voz de mando en la última línea, la misma que tantos dolores de cabeza le dio al DT en el semestre anterior, e incluso a sus antecesores Borghi y Pompei. De hecho, recibió sólo dos goles, contra los ocho que le habían marcado en igual cantidad de jornadas en el torneo pasado. Anticipo, cierre de línea para luego abrirse al ataque. Puede ser vistoso o especulativo. Dependerá de las individualidades que suman a la identidad y al gusto. Pero el trabajo exigente del mediocampo está claro que le da réditos a este Boca sólido y líder. El presente feliz de Boca tuvo ayer una mueca de tristeza tras la confirmación del desgarro de Darío Cvitanich en su bíceps sural de la pierna derecha sufrida ante Lanús. Estará inactivo durante cerca de tres semanas y lo reemplazará Pablo Mouche.
fútbol de afa
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios