Boda, glamour y custodia policial
Mariana Sobisch eligió el Batallón para realizar su fiesta de casamiento.
NEUQUEN (AN).- El casamiento de Mariana Sobisch y Sebastián Albanesi se robó los comentarios del fin de semana y ninguno de los 700 asistentes consultados por este diario pudo asegurar el horario del último brindis: poco después de las seis de la mañana dos perniles en llamas estaban a punto de ser cortados. La fiesta por la unión de la hija del gobernador Jorge Sobisch se hizo en el salón de Fiestas del Batallón de Ingenieros de Construcciones y tuvo el resguardo militar del propio cuartel, más un triple control policial que literalmente le puso un candado a todos los ajenos. Un camión lleno de flores, tres globas gigantes, payasos, mimos, una orquesta, un disc jockey y solista. Todo cuidadosamente organizado. El evento social, que reunión a familiares, políticos y empresarios, mereció una alimentación eléctrica especial, directa a las líneas de la cooperativa CALF para evitar algunas sorpresa con las heladeras.
Los invitados destacaron la cordialidad y la secillez de Mariana y Sebastián y dieron detalles de los vinos que coronaron las mesas: «Eran todos los de las bodegas de El Chañar y estaba todos los bodegueros», fue elocuente una de las fuentes consultadas por este diario.
Durante el festejo irrumpieron chicos que hacían las veces de diarieros y entregaron un suplemento especial del casamiento, editado e impreso por una publicación local.
Si bien poco antes de las 22, la primera globa –donde lucían los quesos, jamones y demás saladitos– ya estaba abierta, recién tres horas más tarde se habilitó la tercera donde los brindis y el baile se desataron desenfrenados hasta la salida del sol.
Mariana Sobisch, de 26 años, es la única hija del gobernador y Liliana Planas. Muchos de los curiosos que sabían de la fiesta intentaron acercarse hasta el salón de fiesta del Batallón pero les fue imposible: minutos antes de que terminara la ceremonia religiosa en la Catedral neuquina, efectivos de la policía provincial cortaron la calle Lastra para impedir los ojos indiscretos.
Dos policías con sus motos se apostaron en ambas esquina del batallón y cortaron la calle con una cinta de lado a lado. A lo largo de la cuadra que abarca el predio del ejército, se encontraban distribuidos pequeños grupos de dos o tres personas, que con listados en mano chequeaban los nombres de los invitados. Todos ellos comunicados con handies y teléfonos celulares. Para evitar malos ratos, un reconocido militante del MPN se encargó personalmente se observar al público espontáneo y mantenerlos alejados del lugar donde estacionaría el lujoso coche que traslado a la novia.
NEUQUEN (AN).- El casamiento de Mariana Sobisch y Sebastián Albanesi se robó los comentarios del fin de semana y ninguno de los 700 asistentes consultados por este diario pudo asegurar el horario del último brindis: poco después de las seis de la mañana dos perniles en llamas estaban a punto de ser cortados. La fiesta por la unión de la hija del gobernador Jorge Sobisch se hizo en el salón de Fiestas del Batallón de Ingenieros de Construcciones y tuvo el resguardo militar del propio cuartel, más un triple control policial que literalmente le puso un candado a todos los ajenos. Un camión lleno de flores, tres globas gigantes, payasos, mimos, una orquesta, un disc jockey y solista. Todo cuidadosamente organizado. El evento social, que reunión a familiares, políticos y empresarios, mereció una alimentación eléctrica especial, directa a las líneas de la cooperativa CALF para evitar algunas sorpresa con las heladeras.
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