Bodegueros se agrupan para crecer

Participan de un programa coordinado por el INV. Recibieron capacitación y financiamiento.

Experiencia de trabajo conjunto en la región

Para que la alicaída actividad vitivinícola rionegrina no desaparezca definitivamente y se pierda en una tordilla tiniebla de promesas olvidadas, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), convocó a un grupo específico de bodegas del Alto Valle, para agruparse y desarrollar trabajos conjuntos. Fue así como en septiembre de 2011, nueve bodegueros (ver recuadro aparte), que viven de la bodega, algunos con una historia que abarca más de una generación y otros que decidieron incursionar más recientemente en esta apasionante actividad, comenzaron a trabajar junto con el INV en la conformación de un grupo asociativo. Dentro del mismo cada uno de los integrantes tiene un rol asignado y una función que cumplir que va desde la organización de la logística, pasando por los estudios de mercado, hasta el asesoramiento por parte de aquellos que también son enólogos. El proyecto ideado por el INV y que cuenta con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está orientado a pequeñas y medianas bodegas, que no se encuentran consolidadas en el mercado interno y externo. Uno de los objetivos es generar un grupo que funcione según los criterios del asociativismo alcanzando una identidad grupal sin perder las características y el sello propio de cada uno de los miembros. Asimismo se pone el énfasis en difundir la producción de varietales de alta calidad en el segmento de botella de 750 c.c. De esta manera el consumidor estaría en condiciones de conocer a una variada oferta de vinos y espumantes de media y alta gama, que se producen en pequeñas bodegas rionegrinas. En el corto plazo la mirada está puesta en reforzar la presencia de las distintas etiquetas en los valles de Río Negro y Neuquén, aprovechando el conocimiento que cada miembro posee del mercado de influencia. Luego, una vez que la estrategia del grupo se consolide, se buscará alcanzar otros destinos geográficos y la incursión en nuevos canales de distribución. Hasta el momento el apoyo del INV ha consistido en brindar una fuerte capacitación cubriendo las áreas de buenas prácticas de manufactura (BPM) y estrategia de comercialización. En una primera etapa las reuniones se orientaron al asesoramiento sobre buenas prácticas de higiene en bodega, el INV envió personal capacitado de Mendoza para asesorar en los cambios que tienen que ir realizando en sus establecimientos que contribuyen a lograr un proceso de mejora continua en la calidad del producto final. Cabe mencionar que el cumplimiento de las BPM es algo que el INV les está requiriendo a todos los involucrados en la industria vitivinícola del país. Posteriormente, comenzaron a trabajar en la definición de un modelo de marketing y ventas que les permita entre otras cosas, mejorar la presentación de los productos existentes a través de un fuerte trabajo en el diseño, dar a conocer e instalar en el mercado la marca del grupo, el desarrollo de nuevos productos e incorporar nuevos puntos de ventas. En este punto el organismo con sede en Mendoza aportará también insumos necesarios para la implementación de la estrategia de promoción como por ejemplo, folletos, banners, exhibidores etc. El lanzamiento al público de los resultados de esta iniciativa y la presentación de los vinos está planificado para el mes de octubre. Esta iniciativa promovida desde el INV no se limita a la provincia rionegrina. También se están desarrollando experiencias similares en General Alvear (sur de Mendoza) y en Salta.


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