Bolivia nacionaliza los hidrocarburos y militariza grandes pozos, ductos y refinerías

LA PAZ (Télam-SNI).- El presidente boliviano, Evo Morales, decretó ayer la nacionalización de los hidrocarburos y advirtió a las trasnacionales que su gobierno la hará respetar «por la fuerza» si no es acatada, mientras las Fuerzas Armadas controlaban los principales campos petroleros.

La primera reacción de las empresas fue cautelosa, aunque fuentes de la empresa española Repsol YPF dijeron que «a priori no parece una buena noticia» y otras anticiparon una ola de demandas legales.

Morales firmó al mediodía el decreto supremo por el que nacionaliza todos los recursos petroleros del país y da 180 días a las empresas extranjeras que operan en el país para firmar los nuevos contratos que otorgan el control mayoritario a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

«Se acabó el saqueo de los recursos nacionales por parte de las trasnacionales», anunció Morales rodeado por su gabinete nacional y trabajadores petroleros desde el campo de gas y petróleo de San Alberto en la localidad de Caraparí, departamento (provincia) de Tarija, al sur de Bolivia.

Luego, su vicepresidente, Alvaro García Linera, desde el balcón del Palacio Quemado, sede del gobierno, y ante una multitud reunida en la Plaza Murillo, dijo que a partir de ahora los ductos, las refinerías y los principales campos de gas pasan a tener el control mayoritario de YPFB. El presidente Morales pidió a las empresas que respeten la nacionalización que fue bandera de su campaña electoral, advirtiendo que en caso contrario «se la haremos respetar por la fuerza».

Morales señaló que desde el 22 de enero pasado, cuando asumió la presidencia, primero debió «nacionalizar el Estado», que estaba «descuartizado y privatizado», con lo que explicó por qué demoró 100 días para nacionalizar los hidrocarburos.

Las Fuerzas Armadas bolivianas tomaron el control de 56 campos petroleros y dos refinerías propiedad hasta ahora de las petroleras Chaco y Andina, esta última filial de Repsol YPF, y de la transportadora Transredes.

El presidente boliviano enfatizó que las petroleras extranjeras serán «bienvenidas» si aceptan la nacionalización dispuesta por su Gobierno, pero advirtió que en caso contrario «el pueblo decidirá» qué hacer.

Preocupación de los españoles

MADRID (AFP) – El gobierno español expreso ayer su «más profunda preocupación» por el anuncio efectuado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, sobre la nacionalización de los hidrocarburos, medida que concierne directamente a la petrolera Repsol-YPF. El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero «espera que el plazo de 180 días anunciado por el presidente de Bolivia a las empresas extranjeras para regularizar sus contratos, abra un proceso de auténtica negociación y diálogo entre gobierno y empresas», dijo un comunicado.

Sorpresa y cautela en Brasil y Argentina

BUENOS AIRES (DyN/AFP) – El anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia fue tomado con cautela en la Argentina y Brasil, principales países interesados en el mercado de petróleo y gas del país del Altiplano, así como en las casas matrices de las empresas allí instaladas.

Si bien la oportunidad de la presentación del «decreto supremo» tomó por sorpresa hasta a los propios bolivianos, la medida de nacionalización de los hidrocarburos se esperaba para algún momento de la gestión de Morales, que la presentó como uno de los ejes de su campaña electoral.

Los gobiernos de la Argentina y Brasil tienen un interés por partida doble en los hidrocarburos bolivianos: son los principales demandantes del gas de ese país, donde además operan las petroleras Repsol (española pero con fuerte presencia en nuestro país) y Petrobras, del estado brasileño.

Al respecto, funcionarios y técnicos del área energética de la Argentina y Bolivia encararon la semana pasada la revisión integral del convenio temporario de venta de gas natural firmado en abril de 2004 entre ambos países. El acuerdo vence en diciembre y establece un compromiso de provisión por parte de Bolivia de hasta 7,7 millones de metros cúbicos de gas natural diarios, a un precio de 3,20 dólares el millón de BTU.

Por su parte el ministro brasileño de Minas y Energía Silas Rondeau calificó como «gesto no amistoso» el decreto. «Puede entenderse como una ruptura en los entendimientos que venían manteniéndose con el gobierno boliviano», dijo Rondeau al diario Folha. «La medida aún está siendo objeto de exámenes más detallados», dijo Ildo Sauer, director del área de Gas de Petrobras.

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