Bonafini perdió un juicio por injurias contra Pettinato

La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo querelló al conductor a raíz de una caricaturización realizada en el programa “Un Mundo Perfecto”.

La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, fracasó en su intento de llevar a juicio al conductor televisivo Roberto Pettinato, a raíz de una parodia que éste le realizó en uno de sus programas.

La Cámara del Crimen confirmó el archivo de la causa por «inexistencia de delito», y el fallo acaba de adquirir fuerza de «cosa juzgada», es decir que ya no hay posibilidades de continuar adelante con el expediente.

Según documentación a la que tuvo acceso DyN, Hebe de Bonafini querelló al conductor y ex músico de la banda Sumo a raíz de una caricaturización realizada en el programa «Un Mundo Perfecto» del año pasado.

Una fotografía de Bonafini con un sobreimpreso dinámico en su boca aparecía en pantalla emitiendo conceptos gravísimos e insultos de todo tipo, en lo que se insinuaba como una «parodia» de tono humorístico que disgustó a la titular de Madres.

A raíz de ello, presentó la acción judicial que fue desestimada en primera instancia por el juez en lo correccional Raúl García, y la decisión fue confirmada ahora por la Sala Quinta de la Cámara, con las firmas de los jueces Rodolfo Pociello Argerich y Mirta López González.

«Es necesario, a fin de valorar las expresiones que se reputan injuriosas o calumniosas, y verificar el alcance que su autor pretendió darles, tomar en consideración el contexto, lugar y demás circunstancias en que fueron proferidas», analizaron los camaristas.

En ese sentido, consideraron que «no se vislumbra que se pretendiera poner en duda la honra o el crédito» de Bonafini.

«Se trata de una parodia, y tan grotesca la personificación que de ella se efectuó, que resulta impensado que alguien pueda confundirla, y de esta forma sospechar que se buscó adjudicarle una condición ajena a su persona con el objeto de difamarla», subrayaron.

Al analizar la «parodia», los camaristas consideraron que «lo grotesco, chabacano o grosero puede estar reñido con la ética o el buen gusto, pero en modo alguno puede excitar la competencia penal».

Además, destacaron que «el reconocimiento público (de Bonafini) asegura que en general se tenga una opinión formada en relación a su persona, que no se modifica con esta exposición en tanto no se advierte que se pretenda poner en duda el crédito de la querellante, más aún cuando no se le ha atribuido ninguna cualidad especial».

DyN


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