Brandoni y el gusto de ser cipoleño por un día

CIPOLLETTI (AC) – Luis Brandoni pasó ayer un día distinto con la propuesta de ser cipoleño por un día: se reunió con los chicos de una escuela primaria rural que le preguntaron de todo por la mañana y con los adultos de un colegio nocturno, con los que compartió el tesoro de sus recuerdos del rodaje de «La Patagonia rebelde», ese ícono del cine argentino de cuyo estreno se cumplen 30 años.

Predispuesto y curioso de las cuestiones cotidianas de la ciudad, el actor también aprovechó la cercanía para visitar en la catedral neuquina la tumba de Jaime de Nevares.

La charla con los chicos de los grados superiores de la escuela 45 «Soldado Argentino» del paraje Cuatro Esquinas tuvo de todo: desde preguntas pensadas de antemano por los chicos y sus maestros hasta diálogos sobre cuestiones que exceden al personaje:

– ¿En qué viniste de Buenos Aires? -le preguntó uno de los chicos.

– En avión -le respondió Brandoni.

– ¿Y es cómodo?

Con esa ingenuidad de los pequeños, le requirieron al actor respuestas de sus personajes. Así, uno se interesó en saber cómo se hacía tiempo para atender a sus cuatro mujeres e «Esa maldita costilla».

Al mediodía, Brandoni repasó para «Río Negro» los puntos sobresalientes de su carrera cinematográfica, que incluye momentos inolvidables: «La Patagonia Rebelde», «La tregua», «Darse cuenta», «Esperando la carroza». Por la noche, en una escuela nocturna, el eje fue «La Patagonia rebelde». «Fue una gran producción, con lo que pasó detrás de las cámaras se podría filmar otra película», hizo memoria.


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