Brasil analiza con cautela las trabas a sus textiles

Ese país estudia los efectos de la aplicación de licencias no automáticas de importación, mientras sus industriales piden firmeza. Para el gobierno argentino la relación no se resentirá.

BUENOS AIRES (DyN) – Aunque el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró ayer que la aplicación de licencias no automáticas a la importación de productos textiles, en su mayoría provenientes de Brasil «no va a afectar en lo más mínimo» la relación con ese país , el gobierno brasileño «está examinando con todo cuidado» la decisión argentina .

La nota divulgada anoche por el Palacio de Itamaraty señala que el gobierno brasileña «examina con todo cuidado el asunto, de gran interés para el sector textil brasileño, a la luz de los dispositivos que rigen el libre comercio en el Mercosur y de las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC)».

El gobierno de Brasilia -agregó el comunicado-, ni tomó conocimiento de la Resolución número 56 del Ministerio de Economía argentino sobre el régimen de licencias no automáticas previas de importación de ciertos productos textiles aplicables a todos los países.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Textil, Paulo Skaf, consideró que la medida impuesta por el gobierno argentino fue «precipitada y no muy simpática considerando que hay conversaciones de por medio». En ese sentido, el dirigente textil brasileño, exigió una «respuesta a la altura del gobierno», porque, dijo, «bajo presión y con un puñal en el pescuezo no vamos a negociar».

Al respecto, Fernández indicó que «los argentinos hemos aprendido las consecuencias de la apertura indiscriminada», y añadió que «el sector textil es uno de los que más la padeció».

Así, el jefe de ministros destacó que con la aplicación de licencias no automáticas «lo que se plantea es abrir racionalmente las fronteras».

«El mundo global es un dato de la realidad al que la Argentina no puede escapar, pero ingresar en él no necesariamente significa convertir al país en un Estado estúpido que deba soportar absolutamente todo y que condene a su propia industria y a sus propios trabajadores», subrayó Fernández a radio El Mundo.

A su criterio, la decisión anunciada ayer por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, «es coherente con preservar el desarrollo interno del país y con las necesidades de la Argentina «.

Por su parte, el presidente de la Federación de Industrias Textiles de la Argentina (FITA), Alejandro Sampayo, calificó de «correcta, oportuna y necesaria» la decisión del Ministerio de Economía, y consideró que el Gobierno «ha dado una señal clarísima de que los problemas de la producción y empleo generados por el comercio exterior no le son ajenos».

Consideró que la decisión argentina «no es más que una medida de las que existen en la OMC», y remarcó que «no significa una restricción, sino una vigilancia al ingreso». A su criterio, la aplicación de un plazo de 60 días para analizar si no hay daño a la industria nacional antes de otorgar licencia a la importación, «no es una medida aislada, sino el resultado de un largo proceso de tratar de encontrar mecanismos de coordinación entre Brasil y Argentina».

«No es más que una medida de control sobre las importaciones que habían ingresado en forma significativa en los últimos años y empezaban a generar conflictos importantes», precisó El empresario afirmó que «es cierto que la industria, desde una situación pésima, recuperó producción», pero puso de relieve que «el sector viene de un pozo producido por un exceso de importaciones que llevó a pérdidas significativas de empleo».


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