Brasil lanza paquete para ganar competitividad
La presidenta Dilma Rousseff, a través del “Plan Brasil Mejor”, apunta a proteger e incentivar la industria nacional ante la marcada apreciación de su moneda frente a la debilidad del dólar.
Todas las ventajas logradas para la economía argentina a través de la devaluación en el 2002 terminaron por desaparecer este año. Las actividades con mano de obra intensiva son las que más sufren este complejo contexto.
Pero no sólo nuestro país es que padece los problemas de una paridad cambiaria poco competitiva. Con la debilidad del dólar en el mundo, la mayor parte de las economías latinoamericanas se encuentra apremiada.
Frente a este escenario, Brasil comienza a reducir su presión tributaria en procura de defender su competitividad y la Argentina corre riesgo de perder posicionamiento en el comercio bilateral con este nuevo marco macroeconómico.
Un reciente estudio elaborado por Fundación Mediterránea detalla los principales puntos sobre los que trabajó Brasil para ganar competitividad tanto para sus exportaciones como para aquella oferta que se orienta al mercado interno.
Desde hace varios meses se discute sobre los problemas de la paridad cambiaria en Brasil, tras un largo proceso de apreciación en relación con el dólar.
Así, las autoridades del país vecino se debatían entre las fuerzas apreciatorias que derivan de la fuerte entrada de capitales al país y las presiones devaluatorias que emanan de sus conglomerados industriales. La solución adoptada por Brasilia fue: intentar mejorar los niveles de competitividad a través de una serie de medidas que apuntan a incentivar la inversión, la innovación y la reducción de costos de producción, entre otros objetivos.
La apreciación cambiaria en Brasil condujo a un deterioro de su balanza comercial, cuyo saldo ha bajado desde el 2007. En el año en curso se aprobaron medidas restrictivas para sus importaciones, que evitaron en los primeros seis meses del año que su comercio resultara más deficitario que en el mismo período del 2010 (variaciones interanuales del 30% para las importaciones y 33% para las exportaciones), pero ante nuevas subas de su moneda las autoridades decidieron ahora aplicar disposiciones dirigidas a mejorar la competitividad a largo plazo del país vecino.
“Plan Brasil Mejor”
Las medidas que anunció días atrás Dilma Rousseff, a través del “Plan Brasil Mejor”, apuntan a determinados ítems clave para proteger e incentivar la industria nacional ante la marcada apreciación de su moneda.
Los principales puntos se concentran en disposiciones específicas para el comercio externo, inversiones, innovación y la defensa del mercado interno, entre otras.
Comercio exterior
Se incluyen metas a corto, mediano y largo plazos. La finalidad de las mismas es proteger y facilitar el comercio, mejorar los instrumentos fiscales y financieros, atraer centros de investigación y desarrollo de empresas extranjeras al país, entre otros.
Principales anuncios:
• Reintegro del 3% del valor de las exportaciones a las empresas que comercializan manufacturados;
• Flexibilidad a las solicitudes de reembolso de 19.000 millones de reales (unos 11.500 millones de dólares);
• Intensificación de medidas antidumping y compensatorias.
Fomento de las inversiones
Se busca reducir el costo de invertir a través de instrumentos financieros, fiscales y de regulación, con el fin de reducir la carga tributaria sobre la inversión, promover la simplificación de los registros y legalización de nuevos emprendimientos.
Incentivos a la innovación
Se busca una mayor inserción en las áreas de tecnología avanzada a través de una profundización de las estrategias que siguen el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Algunas de las medidas concretas anunciadas para tal fin son:
• Aumento de crédito de 2.000 millones de reales (unos 1.200 millones de dólares) de Bndes para ampliar la cartera de la innovación en el 2011. Con una tasa del 4% al 5% anual.
• Aumento del presupuesto y las condiciones de acceso a los programas sectoriales de Bndes.
Defensa de la industria y del mercado interior
Tal como el título lo menciona, las principales medidas tienen el objetivo de proteger la industria local:
• Reducción de Impuesto sobre las Nóminas en los sectores de trabajo intensivos. Consiste en una prueba piloto para el 2012. Se beneficiarán los sectores productores de ropa, calzado, muebles y software. Esta disposición tendrá un impacto neutro sobre la seguridad social. Las medidas son acompañadas por un comité tripartito conformado por el gobierno, los sindicatos y el sector privado.
Medidas tributarias
En un mundo de creciente integración económica, la competitividad productiva de un país es un factor determinante de su performance económica y comercial a nivel internacional. Entre los determinantes de la competitividad internacional de una economía, la presión tributaria aparece como uno de los más influyentes. Tanto por cómo afectan directamente el nivel de tasas y demás elementos impositivos sobre la ecuación de rentabilidad empresarial, como por el impacto de la eficiencia con que el Estado gasta los recursos recaudados. La política tributaria de un país está ligada fuertemente al nivel de competitividad internacional alcanzada por una economía.
Tanto Brasil como la Argentina presentan una presión tributaria elevada en comparación con el resto de las economías latinoamericanas y en niveles similares a la de algunas economías avanzadas. A continuación se amplía al respecto, luego se brindan detalles de la compleja estructura fiscal de Brasil y finalmente se analiza el impacto de las reformas tributarias contenidas en el programa Brasil Mejor, en la comparación con Argentina para los principales impuestos afectados.
El indicador más utilizado para medir la carga de los impuestos es el de presión tributaria efectiva (PTE), que se calcula como el cociente entre la recaudación y el PIB. En la Argentina la presión tributaria efectiva (PTE) viene creciendo de manera sostenida desde el 2003, pasando de alrededor del 22% del PIB en la década de los 90 a un 34,5% en el 2010 (impuestos nacionales, provinciales y municipales).
Si se compara la PTE existente hasta el 2009, la de Argentina era la más alta de Latinoamérica después del Brasil, y se encontraba por debajo de la de algunos países desarrollados europeos como Suecia, Francia y Alemania (ver infograma adjunto).
Considerando la evolución de la presión tributaria en la Argentina y Brasil a largo plazo, y añadiendo a Chile en el análisis, se advierte que la Argentina desde 1991 y hasta el 2002 se ha encontrado en valores de PTE más similares a Chile, pero que a partir del 2003 la presión tributaria argentina comenzó a escalar rápidamente, acercándose cada vez más al Brasil e incluso alcanzándolo en el 2010 (casi 35% del PIB), considerando los tres niveles de gobierno (Nación, provincias y municipios).
Es importante destacar que la medida de PTE presenta algunas limitaciones importantes para la comparación internacional.
En particular, no resulta un buen indicador a la hora de comparar economías con diferentes niveles de evasión, porque en ese caso no permite captar la verdadera carga que enfrentan las familias y empresas totalmente formales.
Un enfoque que resuelve este problema consiste en estimar la presión tributaria legal (PTL) sobre empresas que cumplen totalmente con sus obligaciones impositivas. Para ello se consideran empresas representativas que permiten una aplicación concreta de las cargas vigentes.
Al considerar tanto bienes que se venden en el mercado interno como en el externo, la PTL estimada arroja estos resultados: si en la Argentina la empresa se ubica en la ciudad de Buenos Aires (CABA) la presión tributaria sobre ventas (37,3%) resulta levemente inferior a la de San Pablo, en Brasil (37,6%). Si la ubicación es la ciudad de Quilmes, en nuestro país, en cambio la PTL local (37,9%) resulta levemente superior a la del Brasil.
(Fuente: Informe de coyuntura del Ieral/Edición 682/Agosto 2011)
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