Brasil rechazó ocho camiones de fruta por la carpocapsa

En lo que va del año ocho camiones con peras del Valle de Río Negro y Neuquén fueron rechazados en frontera por las autoridades fitosanitarias brasileñas por la presencia carpocapsa. En volumen representan algo más de 170 toneladas de fruta que no pudo ser colocada en las góndolas del vecino país.

Según datos brindados por el sector privado, en enero Brasil no permitieron el paso de dos cargas provenientes de la región, mientas que en lo que va de febrero ese número se elevó peligrosamente a seis. Dato a tener en cuenta: para esta misma fecha del año pasado, el Valle no había registrado rechazo en frontera con Brasil.

La preocupación es enorme. Brasil es el principal destino de la fruta argentina y las exportaciones de peras hacia ese destino totalizan algo más de 100.000 toneladas por año. Las expectativas comerciales sobre este destino por parte de los operadores locales eran positivas. “Los precios están sostenidos, mejor que el año pasado”, confió hacia fines de eneros uno de los principales operadores de este mercado. Pero con el problema sanitario en superficie la situación cambia drásticamente.

Según trascendió el gobierno de Brasil estaría analizando enviar a sus técnicos ala región del Valle para evaluar en el lugar la profundidad del problema que tiene el Valle con la carpocapsa. “No hay nada oficial al respecto”, sentenciaron desde Senasa Central al ser consultados por el tema. No se descarta que el vecino país opte por mayores controles teniendo en cuenta la fuerte presión que está ejerciendo la plaga en toda la zona frutícola.

El titular de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, Sebastián Hernández, detalló a la agencia Télam que “en estos controles (de frontera) han encontrado larvas vivas. Es lamentable que suceda esto, pero es algo que está pasando por la situación económica que atraviesan los productores”. Desde la cámara que concentra a los empresarios frutícolas, CAFI, sólo señalaron que “las intercepciones están dentro del marco del sistema de mitigación de riesgo y estamos trabajando con el Senasa para asegurar su normal desenvolvimiento”.