Brindarán talleres de lecto-escritura a los presos

ROCA (AR).- «Que no existan excusas para no leer» es, si se quiere, el lema fundamental de la biblioteca «Callejera» de Roca, que esta semana intentará acercar las bondades de la literatura a los internos de la colonia penal.

Entre los meses de septiembre y diciembre, miembros de la biblioteca brindarán talleres de lecto escritura en la unidad Nº 5, para que nadie se quede «sin leer».

La Biblioteca «Callejera» nace en septiembre de 2001 en ocasión de los festejos del día del bibliotecario y de las bibliotecas populares. Desde los inicios, su ámbito de trabajo fue la feria de la plaza, lugar donde poco a poco la gente empezó a acercarse por curiosidad y luego asumió compromisos de difusión de la lectura. Actualmente la organización cuenta con 800 socios y casi 2.000 ejemplares, entre libros y revistas.

No se cobra la inscripción ni cuota mensual, de modo que «no existen excusas para no leer» y para ingresar sólo se necesita donar un libro.

«La idea que mueve esta iniciativa es que los libros salgan al encuentro de la gente y no al revés» explica Rubén Purrayán, miembro de la biblioteca e integrante del grupo de talleres. Tal es así que «La Callejera» resolvió ir más allá del simple préstamo de libros.

Aprovechando la campaña nacional de promoción de la lectura lanzada por la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP), el grupo, conformado por Parrayán, Nicolás Casteblanco, Marta Marilef, Mirta Pagani, Marisa Alberdi, Marta Álvarez y Carmen Adami entre otros, se propuso acercar la literatura a los reclusos de la colonia penal.

El proyecto, avalado por la biblioteca popular «Quintún» del barrio J. J. Gómez, fue presentado la semana pasada y el viernes 24 el área de educación del lugar lo aprobó.

El primer taller de lectura, que dictarán Purrayán y Casteblanco con el asesoramiento de Pagani, comenzará el próximo jueves 30 a las 15 y tendrá una duración de 90 minutos semanales.

En principio, la propuesta inicial consistirá en realizar lecturas de cuentos, pero el programa podrá modificarse sobre la marcha a partir de los intereses o adhesión de los internos de la colonia. La intención es lograr que, más adelante, produzcan ellos mismos textos literarios, aunque ello dependerá de las ganas y la aceptación del taller.