Buen pronóstico para la crisis en Bolivia

Actualizado a las 13:41

LA PAZ (AP)- La elección del jurista Eduardo Rodríguez como presidente de Bolivia recibió hoy el respaldo del poderoso líder cocalero Evo Morales, un augurio de que las manifestaciones callejeras y los bloqueos de carreteras podrían terminar pronto. La Paz y otras ciudades estaban en calma tras las dramáticas y agitadas horas vividas ayer que culminaron con la elección de Rodríguez en sustitución del renunciante Carlos Mesa. La primera señal de distensión llegó del diputado Morales, quien el viernes anunció una tregua para darle tiempo a Rodríguez a «que se organice''.

«Hay que entender que es un nuevo presidente y que tiene voluntad para atender nuestras demandas. Su elección baja la tensión y vamos a aceptar una tregua'', dijo un conciliador Morales a la prensa. Rodríguez juró cerca de la medianoche del jueves en Sucre -capital histórica de Bolivia- tras una jornada violenta en la que murió un minero y otros tres resultaron heridos durante un choque con fuerzas del orden. Cientos de manifestantes se habían traslado a Sucre donde sesionaba el Congreso para oponerse a la designación como presidente de Hormando Vaca Díez, jefe del Poder Legislativo. Vaca Díez y el presidente de la Cámara de Diputados, Mario Cossío, renunciaron a la sucesión presidencial para facilitar el ascenso de Rodríguez, de 49 años.

El flamante Presidente -el tercero en dos años- presidía el viernes en Sucre, al sur de La Paz, una reunión de la sala plena de la Corte Suprema, todavía como titular del alto tribunal. Fuentes cercanas al mandatario anunciaron que viajaría a La Paz durante la jornada para designar a su gabinete. Rodríguez, quien asumió con el compromiso de convocar a elecciones presidenciales en cinco meses, pidió una tregua a los sectores sociales y apoyo a los legisladores «para sacar al país del difícil momento''.

«Una de mis atribuciones será convocar a ese proceso electoral donde se renueve la representación ciudadana para que este Congreso siga agregando una construcción democrática más justa y equitativa'', dijo en su discurso de investidura. En una rueda de prensa posterior a su juramento el presidente dijo que «encarará con urgencia la convocatoria a una Asamblea Constituyente'' una de las demandas de los manifestantes. Sobre la nacionalización de los hidrocarburos, la principal demanda durante las protestas, dijo que «por tratarse de un principio constitucional'', el tema debe ser «analizado por el Congreso'' y el Poder Ejecutivo «ejecutará las leyes que apruebe el Legislativo''.

Rodríguez, un jurista de bajo perfil sin carrera política, no tendrá una gestión fácil dada la alta polarización del país, pero despierta simpatías en amplios sectores precisamente porque no es un político. Su principal agenda será pacificar el país, convocar a elecciones, poner en la tabla legislativa las demandas populares: nacionalización de los hidrocarburos, la Asamblea Constituyente y un referéndum sobre autonomías regionales.

Morales anunció para el viernes una reunión con los dirigentes de los miles de campesinos movilizados en las calles y carreteras para analizar la situación y decidir un repliegue. Sin embargo, se mantenían invariables los cortes de rutas y las protestas en la vecina ciudad de El Alto, que asfixian a La Paz desde hace tres semanas liderados por sindicatos y juntas vecinales que no obedecen al mando de Morales.

Edgar Patana, dirigente sindical de esa ciudad que ha cortado el suministro de combustibles a La Paz, anunció una reunión «para evaluar la situación'', pero advirtió que para levantar sus presiones necesitan «un compromiso'' del propio mandatario. En Santa Cruz, al este de Bolivia, campesinos levantaron un corte de una carretera que une esa ciudad con otras urbes del oriente. Es la primera ruta desbloqueaba, pero otros campesinos que mantienen ocupados pozos petroleros anunciaron que todavía no suspenderán su protesta hasta «analizar la situación''.

Elecciones anticipadas

El nuevo presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, prometió hoy convocar a elecciones anticipadas para estabilizar a un país paralizado por semanas de protestas que forzaron la renuncia del ex mandatario Carlos Mesa e impidieron la asunción del siguiente en la línea sucesoria. «Bolivia merece mejores días», dijo esta madrugada Rodríguez, de 49 años y ex titular de la Corte Suprema de Justicia boliviana, tras jurar su cargo en la ciudad de Sucre, capital legal del país, 760 kilómetros al sur de la convulsionada La Paz.

«Una de mis atribuciones, una de mis capacidades, será convocar a un proceso electoral, donde se transforme, se renueve la representación ciudadana», agregó el flamante mandatario, tercero del actual mandato constitucional. El ex titular de la Corte Suprema no fijó fecha para los comicios, que eran reclamados por los sectores opositores movilizados y gran parte de la sociedad, pero la Constitución estipula que, en estas circunstancias, las elecciones deben ser convocadas dentro de los próximos seis meses.

Rodríguez fue electo presidente por el voto unánime de los legisladores reunidos en Sucre, que comenzaron la sesión -previamente suspendida por disturbios desencadenados por la muerte de un minero-, aceptando la renuncia de Mesa.

Luego renunciaron a reemplazar a Mesa los dos primeros funcionarios en la línea sucesoria, los resistidísimos titular del Senado, Hormando Vaca Díez -quien pretendía asumir el cargo pese al extendido rechazo de la sociedad- y de Diputados, Mario Cossío. La sesión se celebró con La Paz y gran parte de Bolivia virtualmente paralizadas y aisladas tras tres semanas de protestas de movimientos sociales, indígenas, campesinos y mineros del oeste andino que reclaman la nacionalización total de los hidrocarburos, principal riqueza del país.

La crisis se complicó cuando las regiones del este y sur del Bolivia, poseedoras de las reservas de gas y de las prinicpales riquezas y dominadas por la minoría blanca, resucitaron una vieja aspiración de ampliar su autonomía territorial. Rodríguez prometió trabajar por la convocatoria de una asamblea constituyente para discutir estas exigencias centrales. «Este Congreso dio un paso extraordinario al (…) establecer nuevas formas de renovar nuestra capacidad democrática, como el referendo y la asamblea constituyente», dijo el nuevo presidente.

«Seamos capaces de articularlos, de llevarlos a términos reales en plazos previsibles. Las autonomías, las reivindicaciones regionales merecen similar atención», prosiguió. «También seamos capaces de abordar el tema de los hidrocarburos, de su efectiva pertenencia a la República de Bolivia», agregó Rodríguez, abogado de profesión.

Advertencia de movimientos sociales

Movimientos sociales bolivianos advirtieron hoy que continuarán con las protestas que realizan desde hace tres semanas si el nuevo mandatario de Bolivia no cumple con sus exigencias. Esta exhortación al flamante presidente Eduardo Rodríguez fue formulada por los líderes la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, la Confederación de Maestros de Bolivia y la Confederación Sindical única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).

Los manifestantes de El Alto mantienen aislada a la vecina La Paz con múltiples piquetes y bloqueos que generan serios problemas de abastecimiento a la capital del país, donde escasean el agua, los alimentos, los combustibles y los remedios. «Nuestra petición es clara y no tiene nada que ver con lo que se decidió en Sucre: la recuperación de los hidrocarburos. Hasta lograr ese objetivo no levantaremos nuestras medidas», señaló Edgar Patana, líder de la COR, quien confirmó que hoy se realizará un ampliado en El Alto para analizar el rumbo de las medidas.

Patana afirmó que Rodríguez no representa al pueblo boliviano y no dará las soluciones que los sectores movilizados esperan. «Si él tiene propuestas a nuestras peticiones estaremos atentos a escucharlas, pero si no seguiremos radicalizando nuestras manifestaciones», añadió. La misma posición fue asumida por la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia.

El secretario ejecutivo de esa organización, Jaime Rocha, señaló que la única manera de que su sector suspenda las medidas de presión en el país sería con la inmediata atención al pliego de peticiones de los maestros. «Si (Rodríguez) no quiere tratar la agenda de las movilizaciones, como la nacionalización de los hidrocarburos, la atención al pliego de los maestros y la convocatoria a las elecciones de presidente, vicepresidente y del Parlamento, se mantiene la huelga general indefinida con movilizaciones incluidas, decretada por el magisterio nacional», dijo.

Menos radical fue Román Loayza, secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), quien manifestó que las medidas de presión entrarán en un cuarto intermedio una vez que el presidente Rodríguez «ponga fecha, día y mes a las elecciones generales». «Todas las medidas se levantarán cuando veamos el decreto o ley del adelantamiento de las elecciones», dijo Loayza.

El dirigente señaló que será con el nuevo Gobierno, instituido luego de los comicios, con el que su sector entablará negociaciones sobre la convocatoria a la Asamblea Constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos.


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