Bulldog celebra 25 años de rock en la ruta
Una banda con mucho contacto con la gente es la que lidera Hernán Mantoani. El guitarrista del grupo rosarino habló con “Río Negro” sobre cómo es la vida en el camino y la gira que lo traerá a la zona.
Bulldog viene de un extenso tour celebratorio de veinticinco años en la música, se formó en 1989, con más de cincuenta conciertos en importantes salas de todas las provincias argentinas, que tuvo su puntapié inicial en diciembre de 2014 en el Anfiteatro Municipal de Rosario, registrado para editar en DVD.
La banda lanzó también “Go to hell”, un EP con cuatro nuevas canciones, preámbulo de su nueva placa de estudio que ya cuenta con un demo de diez temas, en diciembre registrarán otras diez y de ahí seleccionarán lo que grabarán a partir de enero 2017.
Durante octubre pasado, giraron por el norte del país y este mes estarán presentándose en la Patagonia con una gira de más de diez recitales que incluyó la primera edición del Festival Me Río Grande en Tierra Del Fuego ayer. El viernes 18 a las 22 estarán en Interview, Rolando 245, Bariloche, y el sábado 19 a las 20, retornan a Pirkas, Santiago del Estero 883.
Guillermo Tagliarini en guitarra y voces, el bajista Ramiro España, Adrián Gómez en batería, y Hernán Mantoani, guitarrista y voz líder de Bulldog, en diálogo con “Río Negro” luego de una larga sesión de ensayo, ya en su casa cerca de Fisherton, en las afueras de Rosario.
P- ¿En qué andan los Bulldog?
R- Ensayamos mucho porque cada gira que vamos armando, tratamos que sea diferente porque nos divertimos más y según los lugares que visitamos mostramos distintos repertorios. Ahora, en nuestra recorrida por el sur, hay ciudades que visitamos por primera vez, entonces mostraremos un abanico de canciones, más que cosas nuevas, para que nos conozcan.
P- Pensar que llevan un cuarto de siglo de vida independiente…
R- Es la forma que desde un primer momento nos salió, después la fuimos puliendo. Con el correr y el paso de los años, si bien no somos una banda difundida mediáticamente ni estamos en la popularidad masiva de las radios o canales de videos, tampoco lo buscamos, la manera de dedicarnos a la música consiste en viajar, girar, producir nuestras cuestiones. No conocemos otra y así hemos abierto camino en México, Colombia, Perú, España. O sea que seguimos teniendo ganas, fuerzas y deseando pasarla bien. Es mucho el tiempo que estamos encima de nuestro trabajo, sobre todo en los tours.
Hay un pilón de cosas que dejamos… En las primeras épocas viste que los amigos dicen, ¡qué bueno, te vas de gira! Sí, pero todo no es diversión, la mayoría de las ciudades ni las vemos, llegamos, tocamos y nos vamos a otra parte, dormimos en colectivos, se enferma uno y se contagian otros, nos empezamos a cansar… Digamos, ¿es hermoso, guarda! Que no se malinterprete… Es un trabajo, un oficio bello porque conocés lugares inimaginados y mucha gente, pero tiene otras situaciones que disfrutamos cuando volvemos a Rosario, y no son muchos los momentos en que estamos.
P- Aparte de esos condimentos que referiste, dentro del grupo qué se regenera en el tour, una vinculación de veinticuatro horas, todos los días.
R- ¡Bien dicho eso! Son veinticuatro horas durante veinte días más o menos… Pueden suceder dos cosas, se regeneran las relaciones o se degeneran (reímos). Nosotros hemos pasado por ambas. En los primeros tiempos es todo descontrol, que va de la mano con el desorden propio de la juventud, de la adolescencia. No lo ligo al rock, como se cree generalmente.
Cuando leo biografías de músicos, casi siempre comentan lo mismo, empezamos descontrolados, ahora estamos más calmos… La edad influye.
Tuvimos cosas, peleas tirándonos las guitarras encima, pero después aprendimos a respetar los tiempos del otro, sabemos que vamos a dar lo mejor y si nos reventamos, al día siguiente no vamos a rendir para dar un buen concierto. Calculá, hace veinticinco años que ensayamos, estudiamos, viajamos, todo, para llegar a una ciudad y dar un show de dos horas.
Si invertimos tanto tiempo y hacemos mal nuestro trabajo final, nos estaríamos boicoteando y semejante esfuerzo terminaría en la nada. Por eso, hoy día, no estamos –tal vez la edad ayuda a pensar y razonar– primitivamente salvajes como fuimos. Igual nos gusta mucho que nos inviten a comer, a tomar unos tragos en cada ciudad.
Rumbo al sur
“Conocemos un montón de personas, por suerte, en Neuquén, en Río Gallegos, en Caleta Olivia, hace tantos años que giramos que hemos cosechado amigos que no vemos a diario pero, a pesar de la distancia pueden considerarse así. Siempre nos trataron y nos atienden bien cada vez que llegamos. Yo pienso que, cuando nos alejamos de casa, del país, la gente valora muchísimo que viajemos para tocar en su lugar. Se nota muchísimo el cariño, de verdad. Somos bastante dados con el público y resulta que tenemos amigos en un montón de ciudades”, asume Hernán.
P- Si te propusiera mirar un poco más hacia atrás, qué clase de construcción ha sido y es Bulldog en tu vida personal, para tu familia?
R- (Hernán piensa unos segundos) En resumen, soy más conocido como el Mantu de Bulldog que por mi nombre. Es un caminito que fuimos armando, cada uno de nosotros cuatro y hoy por hoy es a lo que nos dedicamos y por lo cual somos distinguidos, reconocidos. Sin pensarlo mucho, hace veinticinco años, la idea era ensayar diariamente, teníamos muy cortos los pasos y las metas que nos planteábamos. El empuje nos fue llevando y acá estamos.
Creo que somos un grupo en el que pasamos un montón de vivencias, somos prácticamente una familia. Hemos vivido nacimientos, muertes, viajes, crisis, separaciones, de todo un poco. También, los que trabajan con nosotros son gente que queremos y la metemos dentro del familión. Ser justamente eso, que nos queramos, nos respetemos, es uno de los puntales de Bulldog…
Algo a lo que estoy eternamente agradecido. Aparte de conocer lugares, gente, culturas, está el plus, el extra de ver a personas emocionadas, gritando, a familias con sus hijos, pibes que se tatúan nuestro nombre, banderas, que no es material sino más espiritual y abarca todo, tiene más valor que el resto. Es una experiencia ciento por ciento beneficiosa.
Las entradas, a 250 pesos, están en venta en todos los locales Croma.
Extensa gira patagónica
La recorrida patagónica de los rosarinos comenzó el miércoles 9 en Bucanero Bar, de Viedma; siguió el 10 en Playa Unión, Chubut; luego Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. Estará hoy en Río Grande, mañana en Puerto San Julián, el miércoles en Caleta Olivia, el jueves en Esquel, viernes a las 22 en Bariloche y al día siguiente en Neuquén.
Datos
- Las entradas, a 250 pesos, están en venta en todos los locales Croma.
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