Burberry y Pringle, o la espectacular renovación de la elegancia británica
Ambos desfiles lograron un lleno total, el primero porque es el más esperado en la capital británica desde que Burberry abandonó Milán coincidiendo con el 25º aniversario de la cita londinense en 2009, y el segundo porque marcaba el debut de Alistair Carr como nuevo director de diseño de la marca escocesa especializada en prendas de punto.
Burberry y Pringle of Scotland, dos de las marcas que mejor representan la renovación de la elegancia clásica británica, fueron este lunes las grandes protagonistas en la London Fashion Week, con sendas propuestas para la próxima primavera/verano que no podían ser más diferentes.
Ambos desfiles lograron un lleno total, el primero porque es el más esperado en la capital británica desde que Burberry abandonó Milán coincidiendo con el 25º aniversario de la cita londinense en 2009, y el segundo porque marcaba el debut de Alistair Carr como nuevo director de diseño de la marca escocesa especializada en prendas de punto.
La nueva colección de la generalmente urbana Burberry Prorsum, presentada bajo una luminosa carpa en Kensignton Gardens, es un gran homenaje a la naturaleza, salpicado con pinceladas étnicas, como los motivos tradicionales africanos que decoran las faldas, los vestidos y hasta la mítica gabardina creada por la marca en 1880.
Los jerseys de punto, a veces adornados con trozos de madera de colores en formas geométricas, se combinan con faldas más bien anchas y por debajo de la rodilla, aunque ceñidas a la cintura, o debajo de chaquetas o parkas, siempre amplias, con adornos de ganchillo o flecos en el cuello, o de cuero trenzado en las mangas.
La paleta de colores y los materiales, que van del lino espeso a la más innovadora rafia, pasando por el algodón, parecen sin embargo más destinados al otoño inminente que a las estaciones más calurosas del año, aunque los vestidos para la tarde/noche son más ligeros y escotados.
El desfile, que culminó con una lluvia de hojas doradas sobre una asistencia entre la que destacaban actores como Sienna Miller o Ben Kingsley, fue retransmitido en directo a millones de personas en todo el mundo a través de la página web de la marca y de la red social Facebook.
Al mismo tiempo, el responsable de todas las colecciones y productos, Christopher Bailey, de 41 años, ‘tuiteaba’ en directo.
Bailey, que acaba de cumplir 10 años al frente de Burberry, donde entró como director creativo, está considerado el artífice de la transformación y modernización de la marca fundada en 1856.
Además de haberse liberado de los característicos cuadros, que este lunes sólo aparecieron en tonos grises sobre un abrigo, reinterpretó la famosa trenca con nuevos colores, formas y materiales, como el charol, la napa, en encaje y desde hoy también la rafia.
En esta década, los ingresos de Burberry, que cotiza en la bolsa de Londres, pasaron de 430 milllones a 1.500 millones de libras (2.350 millones de dólares, 1.725 millones de euros) gracias en parte a una expansión a China, y los beneficios alcanzaron este año los 208 millones.
Otra marca histórica fundada en 1815, Pringle of Scotland, había presentado antes su primera colección bajo la batuta de Alistair Carr, respaldada por su rostro, la oscarizada actriz británica Tilda Swinton.
Este escocés de 36 años, ex de Balenciaga, sustituyó en marzo a la también británica Clare Waight Keller, quien en los cinco años que estuvo al frente de la casa desempolvó su imagen para darle un toque actual e internacional.
En su primera propuesta, que conserva los rasgos característicos de la marca, revisita algunos de los estampados sacados de los archivos, especialmente los coloridos rombos y los eslabones.
El clásico ‘twinset’ (conjunto de chaqueta y top de punto) de Pringle que antaño llevaron Grace Kelly o Deborah Kerr con su indisociable collar de perlas, sigue presente en la colección, aunque reiventado, abierto por detrás para dejar la espalda al descubierto, asimétrico o incluso con doble chaqueta.
Los vestidos, muchos bicolores, parecen prendas superpuestas, al mezclar tejidos y tonos, y juegan con cortes y transparencias.
La colección fue bien recibida por la prensa especializada.
“Obviamente está muy influenciado por el trabajo que hizo en Balenciaga, y creo que estos estampados muy gráficos serán un buen desarrollo para Pringle”, dijo a la AFP la directora de la edición británica de Vogue, Alexandra Shulman,
“Es un buen primer paso y tengo curiosidad por ver hacia dónde va” en las próximas colecciones”, agregó tras el último desfile de esta penúltima jornada, antes de que Londres pase el testigo a Milán el miércoles.
Por Claudia Rahola AFP
Burberry y Pringle of Scotland, dos de las marcas que mejor representan la renovación de la elegancia clásica británica, fueron este lunes las grandes protagonistas en la London Fashion Week, con sendas propuestas para la próxima primavera/verano que no podían ser más diferentes.
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