Buscan a los autores de un violento asalto en Allen

ALLEN (AA).- Un violento asalto y golpiza que sufrió un matrimonio mayor de reconocidos comerciantes de esta ciudad durante el fin de semana, aún continúa siendo investigado por los efectivos de la localidad. Pero hasta ayer no hubo detenidos por el grave hecho. Ambas personas, junto a otra mujer también mayor, fueron reducidos, golpeados y maniatados, por delincuentes armados que se alzaron con alrededor de 2.400 pesos de una caja fuerte.

El asalto ocurrió durante las últimas horas del sábado, cuando dos sujetos encapuchados lograron ingresar a la vivienda de la familia Brunetti, ubicada en la calle Velazco al 40.

Se presume que los malvivientes planearon el robo con anticipación y contaban con información sobre lo que podrían encontrar.

El dueño de casa, Aldo Brunetti de 74 años, recibió fuertes golpes en su cabeza que le fueron propinados con la culata de un arma de fuego. Inmediatamente lo hicieron tirarse al suelo, junto a una empleada de 62 años que los acompañaba. A esta también la golpearon y luego ambos fueron atados con sogas. Afortunadamente resultó ilesa la esposa del comerciante, de 72 años.

«Estábamos sentados después de cenar, porque íbamos a ir a comer un helado. La puerta del comedor estaba abierta, pero la reja estaba cerrada. No sé cómo hicieron pero en menos de un minuto estaban adentro, a mí con el arma me dieron dos golpes en la cabeza y me tiraron al suelo aturdido», comentó ayer todavía angustiado, Brunetti, comerciante desde hace casi cincuenta años de Allen.

Los asaltantes, a punta de pistola y bajo constantes amenazas e insultos, le exigieron la entrega de la totalidad del dinero que había en la vivienda. Así extrajeron alrededor de 400 pesos que el hombre tenía en uno de los bolsillos de su pantalón.

Pero no se quedaron conformes, y evidentemente contando con una información certera, le pidieron la plata que había en la caja fuerte.

«Sí, yo no les negué nada, pero les dije si quieren la plata de la caja fuerte me tienen que desatar. Así que me llevaron para la piecita donde está la caja y se llevaron todo lo que había», relató Brunetti, quien posee armas en su casa.

Tanto él como su mujer y la empleada de la casa, debieron pasar momentos de mucho nerviosismo y temor. «Por suerte a mi mujer, que tiene una parálisis y ni siquiera puede hablar, no le hicieron nada. Pero yo me asusté mucho cuando me dejaron atado boca abajo en el suelo, porque me salía mucha sangre de la cabeza», comentó el comerciante.

Después de revolver todas las dependencias de la casa, ambos sujetos escaparon, dejando atados a los moradores de la vivienda. Recién varios minutos después, el vecino de Allen, pudo zafarse de las ataduras y dar aviso a los vecinos para luego comunicar el hecho a la policía.

Al cierre de esta edición, la policía continuaba con un operativo para tratar de dar con los delincuentes que llevaron a cabo el ilícito.