Buscan a tío y sobrino imputados por crimen

CIPOLLETTI (AC).- La justicia imputó a los dos sospechosos por el crimen del empleado municipal Juan Carlos Sepúlveda y emitió un pedido de captura. Rafael Figueroa (32) y su sobrino Johnatan (19) están prófugos desde el día del homicidio, el miércoles pasado, en el barrio Anai Mapu. La información fue brindada por el jefe de la Regional V de Policía, Ives Vallejos, tras el operativo que se realizó el sábado en la zona donde vivía la víctima. Los efectivos trasladaron a cerca de 40 personas a declarar ante el juez Gustavo Herrera. Algunos vecinos, pese a haber declarado como testigos reservados, manifestaron temor a represalias de los prófugos o sus familiares. Los datos que aportaron le sirvieron al magistrado para imputarle el homicidio a los Figueroa. Según la hipótesis de los investigadores, Sepúlveda, de 60 años, estaba afuera de su casa cuando pasaron dos niñas y le arrancaron rosas de su jardín, por lo que el hombre las habría reprendido. Poco después llegó la madre de las nenas y discutió con él. A raíz de esta situación, los hombres, que serían familiares de la mujer, pasaron con una moto y efectuaron al menos seis disparos que terminaron con la vida de la víctima, que trabajaba en el área de limpieza de la municipalidad cipoleña.

Unos 50 policías actuaron en el operativo.


CIPOLLETTI (AC).- La justicia imputó a los dos sospechosos por el crimen del empleado municipal Juan Carlos Sepúlveda y emitió un pedido de captura. Rafael Figueroa (32) y su sobrino Johnatan (19) están prófugos desde el día del homicidio, el miércoles pasado, en el barrio Anai Mapu. La información fue brindada por el jefe de la Regional V de Policía, Ives Vallejos, tras el operativo que se realizó el sábado en la zona donde vivía la víctima. Los efectivos trasladaron a cerca de 40 personas a declarar ante el juez Gustavo Herrera. Algunos vecinos, pese a haber declarado como testigos reservados, manifestaron temor a represalias de los prófugos o sus familiares. Los datos que aportaron le sirvieron al magistrado para imputarle el homicidio a los Figueroa. Según la hipótesis de los investigadores, Sepúlveda, de 60 años, estaba afuera de su casa cuando pasaron dos niñas y le arrancaron rosas de su jardín, por lo que el hombre las habría reprendido. Poco después llegó la madre de las nenas y discutió con él. A raíz de esta situación, los hombres, que serían familiares de la mujer, pasaron con una moto y efectuaron al menos seis disparos que terminaron con la vida de la víctima, que trabajaba en el área de limpieza de la municipalidad cipoleña.

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