Buscan al marinero por el crimen de la anciana

VIEDMA (AV/ASA) – Adrián Farías, el único detenido por el homicidio de la anciana de San Antonio Oeste, quedó en libertad. En tanto sería inminente la detención de Diego Raspozzo, quien se encuentra prófugo y con una orden de captura nacional.

Farías, un camarógrafo sanantoniense independiente de 33 años, fue involucrado en el crimen de Clara Tula León, ocurrido el 16 de noviembre pasado.

El sospechado fue privado de la libertad el cuatro de este mes e indagado al día siguiente por el juez penal subrogante Ricardo Falca. En esa misma oportunidad se tomaron declaraciones a varias personas que fueron citadas en calidad de testigos.

En base a esos testimonios y a las pruebas reunidas con posterioridad, el juez Falca le dictó a Farías una falta de mérito, situación procesal que no lo desvincula de la causa pero que le permitió recuperar la libertad y abandonar el jueves la Alcaidía de Viedma.

En tanto aún continúa prófugo Diego Raspozzo, un marinero oriundo de Mar del Plata cuya captura nacional fue librada a principios de este mes por el magistrado actuante.

La esposa de Raspozzo fue una de las testigos que declaró ante el juez durante varias horas, pero no se conoció el contenido de su versión. Trascendidos señalaron ayer que era inminente su detención.

Cabe recordar que el prófugo, sugestivamente se ausentó de San Antonio pocos días antes de que el juez ordenara las detenciones.

Clara Tula León fue asesinada brutalmente poco después del mediodía. La encontraron cerca de las 20 con su rostro desfigurado por violentos golpes de puño y con un objeto contundente que aún no pudo ser hallado, aunque se presume que podría ser una plancha.

La víctima se hallaba sobre la cama, en su dormitorio del domicilio de San Martín 229, donde vivía sola tras la muerte hace algunos años de su hermano.

Las primeras pericias y la autopsia determinaron que el autor del crimen debería ser alguien con una notable agresividad y con específicas características mentales, que a los investigadores les sirvieron para limitar las hipótesis a un determinado círculo de sospechosos.

Algunos testimonios fueron categóricos acerca de las bastante comunes reacciones violentas del vecino de la anciana, un marinero de 22 años, identificado como Diego Raspozzo, amigo de Farías.

A partir de esas declaraciones y otros elementos reunidos en la causa el juez Falca decidió ordenar la detención de ambos. El camarógrafo fue hallado en forma inmediata y puesto a disposición de la Justicia.

En tanto, Raspozzo se dio a la fuga y ayer era buscado por una comisión policial que partió de esta localidad, en la provincia de Buenos Aires.

Fuentes policiales expresaron que Raspozzo está al tanto de que se lo busca y que siente temor por su seguridad por lo que aún no ha se ha presentado en forma voluntaria ante la Justicia.

El joven sospechado tiene antecedentes policiales relacionados con hechos de violencia familiar