Buscan desesperadamente a un vecino barilochense
Dos jóvenes fueron vistos en su auto. Trataron de quemarlo. Hallaron sangre en el baúl.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Desde las 4.30 del jueves 13 nadie volvió a ver a Juan Bautista Barría, pero ocho horas después su auto fue incendiado en un descampado cercano al barrio Vivero Municipal, por dos jóvenes que huyeron rápidamente de la escena. La policía halló rastros de sangre y cabellos en el baúl del auto, y desde entonces, junto con el juzgado penal de turno, elaboran hipótesis, realizaron pericias, y buscan sin éxito a Barría.
Sus familiares temen que esté secuestrado o lo hayan abandonado malherido en algún lugar, «porque acababa de vender una licencia de taxi y a lo mejor pensaron que tenía plata».
Los últimos que vieron a Barría fueron los empleados del restaurante céntrico «Rod Chicken», y su hijo Sergio, de 22 años, entre las 4.30 y las 4.45 del jueves. Antes había estado en el Casino con su actual pareja, pero la llevó a su domicilio y volvió a salir con el auto que había adquirido recientemente.
Cuando Sergio lo vio por última vez manejaba su Peugeot 504 blanco, por San Martín y en dirección al oeste. Lo esperó para ver si regresaba para llevarlo a su casa, pero no lo volvió a ver.
Cerca del mediodía del jueves, un camionero de apellido Sobarzo, que circulaba por la avenida Bustillo hacia el centro, se cruzó con el auto de Barría que iba a gran velocidad y en sentido contrario, conducido por un desconocido y acompañado por otro. Antes de llegar al final de la Bustillo, Sobarzo fue sobrepasado por el auto, al que reconoció, y pudo observar que en el interior viajaban dos muchachos que tomaban bebidas mientras circulaban.
Sospechó y trató de perseguirlos, pero perdió de vista al auto con los desconocidos, cerca de Rivadavia y Dos de Agosto. A las 12 denunció su presunción a un agente uniformado, y media hora después la policía tomó conocimiento del incendio, ocurrido en Rivadavia y Mange.
El auto no llegó a quemarse por completo porque un vecino con un matafuegos extinguió el fuego que se había iniciado en el asiento trasero del Peugeot. El hombre observó a los sospechosos cuando escapaban, corrió pensando que podría haber alguna persona en el interior, y alcanzó a salvar el auto.
La policía encontró manchas de sangre en la cabina y el baúl del Peugeot, y también restos de cabellos, presumiblemente humanos.
Barría tiene 42 años y es padre de tres hijos de 18, 22 y 26 años. Estaba separado de su esposa, Rosbita Muñoz, vivía en concubinato, pero mantenía una relación buena y frecuente con su familia. Hasta hace poco vivía del alquiler que le pagaban por una licencia de taxi de su propiedad, pero hace pocas semanas se vio obligado a venderla para cancelar un embargo que pesaba sobre la vivienda que ocupaba su familia. «El lunes 10 terminó de pagar los siete mil pesos de la deuda y el miércoles a la noche vino a traerme los recibos y a decirme que me quede tranquila, que la casa estaba a salvo», comentó a «Río Negro» Rosbita.
La mujer explicó que Barría «vendió la licencia en 30 mil pesos, pero recibió el Peugeot en pago y cobró solo una parte del dinero restante. Tenía más para cobrar, pero el jueves sólo tenía 100 pesos, y eso lo corroboró la señora que vive con él ahora».
Muñoz asoció la desaparición de Barría con la venta de la licencia y no ocultó su temor por lo que pudo haberle sucedido.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Desde las 4.30 del jueves 13 nadie volvió a ver a Juan Bautista Barría, pero ocho horas después su auto fue incendiado en un descampado cercano al barrio Vivero Municipal, por dos jóvenes que huyeron rápidamente de la escena. La policía halló rastros de sangre y cabellos en el baúl del auto, y desde entonces, junto con el juzgado penal de turno, elaboran hipótesis, realizaron pericias, y buscan sin éxito a Barría.
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