Buscan el helicóptero de Joe Lewis

SAN CARLOS DE BARILOCHE- Personal de Gendarmería Nacional, la Fuerza Aérea y otros organismos de seguridad rastrillaban anoche toda la zona en búsqueda del helicóptero de Joe Lewis, quien descansó en su mansión de lago Escondido, a 70 kilómetros al sur de esta ciudad, hasta que el lunes se fue desde el aeropuerto local. Justamente, el helicóptero Bell 430 que trajo a Lewis al aeropuerto en su regreso desapareció.

Según pudo averiguar «Río Negro» anoche, la aeronave debió estar de regreso en la mansión del magnate el lunes a las 20. Pese a la gran demora, recién ayer a media tarde se organizó un operativo de emergencia con centro en la torre de control de la aeroestación barilochense.

Al parecer, el piloto -cuyo nombre no pudieron dar ni siquiera en la vivienda de Lewis- era la única persona a bordo del helicóptero.

El profesional no es muy conocido en la zona, ya que hace unos meses había reemplazado a otro colega y es muy reservado en sus costumbres. No obstante, se indicó que es un piloto muy experimentado, meticuloso en la confección de planes de vuelo aunque menos conocedor de la región.

Joe Lewis fue avisado de la desaparición apenas detectaron en lago Escondido que la demora era demasiada, y puso a disposición de la búsqueda toda la estructura de su propiedad. El incidente es llamativo, debido a que tanto el lunes como ayer el tiempo estuvo calmo, con muy poco viento y precipitaciones leves. Una de las hipótesis de la búsqueda, que tanto en la estancia como en Bariloche coordinaba el administrador de la finca Nicolás Van Ditmar, es que el aparato se haya quedado sin combustible. Sin embargo, es improbable que el piloto haya cometido semejante descuido. Otras versiones afirmaban que tal vez se desorientó y se desvió demasiado hacia la cordillera. Incluso hay quienes dijeron que pudo haber cruzado a Chile.

Anoche, este diario se comunicó con la vivienda de Lewis, donde se vivía un clima de inquietud inocultable.

«No podemos entender qué pasó. Incluso tardamos en darnos cuenta de que no había llegado a tiempo. El es muy reservado y por eso no estábamos atentos a su regreso» dijo uno de los empleados del empresario estadounidense.

Otro testimonio conservaba expectativas del regreso sano y salvo del piloto. «Si se hubiera estrellado alguien debió haberlo visto. Y nadie alertó de algo así, ni acá ni en Bariloche» manifestó.