Buscan expropiar las ruinas de la ex-Galme

El edificio tiene serio riesgo de derrumbe.

SAN ANTONIO

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SAN ANTONIO OESTE (Especial).- Mediante un proyecto de ordenanza que busca expropiar los bienes de lo que fue la ex Galme Pesquera en esta localidad, buscan una solución para el problema latente que encierra lo poco o casi nada que queda de la mayor exponente en el rubro en esta zona. La decisión respondió a un proyecto de ordenanza del bloque de la UCR, justificada por el enorme deterioro del edificio de la ex Galme Pesquera ubicado en San Antonio Oeste, con peligro de derrumbe y también porque la delincuencia lo utilizaba como refugio. Pablo Fernández, concejal por la UCR y autor del proyecto, sostuvo entre las consideraciones que la medida se basaba en los artículos, 159 de la Carta Orgánica Municipal, 90 y 229, inciso 5 de la Constitución de la provincia y 17 de la Constitución Nacional. Apuntó que el inmueble con designación catastral 17-1-C-131-01 y a nombre de Galme Pesquera se encontraba en un estado de abandono que ponía en peligro la vida de los ciudadanos por no contar con ningún tipo de mantenimiento y ni estar cercado. Detalló que la estructura de la torre que daba sobre la calle Güemes tenía fisuras y que afectaba a su capacidad para el mantenimiento en pie, aclarando que esas advertencias se habían dicho con anterioridad. Además Fernández añadió un informe de la Unidad Décima de noviembre del 2015 que refería varios delitos cometidos en el inmueble y donde acentuaba que era un lugar propicio para los malvivientes y hasta para jóvenes alcoholizados o con ingestas de otras drogas. Por otra parte, el concejal manifestó que como el dominio del inmueble estaba a nombre de Galme Pesquera, esa empresa ya no tenía existencia. Dijo también que el proyecto de ordenanza sería tratado en la siguiente sesión del Concejo Deliberante, una vez que pase por labor parlamentaria. Hace 40 años fue el símbolo del boom de la vieira, fuente de empleo fundamental para la comunidad de San Antonio Oeste. Las abandonadas instalaciones están ubicadas a dos cuadras del hospital, a 15 de la plaza céntrica, en plena costanera sanantoniense. La empresa cayó en desgracia cuando estaba en manos de la familia Traballoni que vació para fundirla. En 1997 quebró y fue rematada. En un extraño remate, del que formó parte la “denominada liga de compradores” y donde la adquirió una empresa, Tifán SA. Pagó por ella 170.000 dólares. Pero ya no tenía futuro como planta pesquera. Hubo intentos de venta a empresarios chilenos pero nadie la adquirió. Ni sus paredes ni su maquinaria, abandonadas y destruidas, ni su pasado teñido por la corrupción de sus últimos dueños –mientras funcionó– en connivencia con funcionarios del gobierno de Horacio Massaccesi, la hacían tentadora para potenciales inversores.


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