Buscan soluciones para problemas ambientales

Sectores ligados a la fruticultura analizaron alternativas que tienen financiamiento externo.

ALLEN (AA)- Los principa-les problemas ambientales liga-dos a efectos adversos que se desprenden de la actividad frutícola en el Alto Valle, fueron puestos sobre el tapete por los distintos organismos ligados a la producción. Estos deberán elaborar en los próximos meses diversos proyectos, que obtendrán financiamiento a través de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación.

El objetivo es disminuir los niveles de contaminación en el medio ambiente ligado a la fruticultura, principalmente en tres aspectos: la lucha contra las hela-das, el uso indiscriminado de plaguicidas y los efluentes industriales de las actividades juguera y sidrera.

Días atrás se realizaron en Neuquén diversos talleres, donde convergieron representantes del INTA, la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Universidad Nacional del Comahue, el Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos y los productores, convocados por Oscar Echeverría, coordinador del Consejo Federal de Medio Ambiente de la Nación. Estas fueron elegidas como unidades ejecutoras de los proyectos en el Alto Valle.

«A través de este taller intentamos identificar las necesidades del sector en estos temas, y plasmarlos en un documento para que las unidades ejecutoras, durante 90 días desarrollen los proyectos, que el proyecto gestión de la contaminación va a financiar durante tres años», dijo E-cheverría ayer, en la sede de la secretaría de Fruticultura en Allen. El financiamiento provendrá de fondos aportados por el Banco Mundial y la Nación.

Luis Iannamico, representante del INTA, destacó en relación con la lucha contra las heladas tardías, que se elaboró un diagnóstico actual del problema en la región.

«Esto tiene mucho que ver con aspectos legales, tanto a nivel nacional y provincial como municipal, aspectos tecnológicos y el estado actual del conocimiento de los sistemas» a implementar.

Consideró de vital importan-cia la crítica relación entre la estructura fundiaria en las chacras y la escasa capacidad financiera del sector productivo para llevar adelante una reconversión de los sistemas de lucha contra esta adversidad climática.

Fueron planteadas diversas ideas-proyecto destinadas a ofre-cer un paliativo a la difícil situación: «Poner al alcance del sector tecnologías más modernas, más económicas, menos contaminantes», especificó Iannamico.

Sin embargo reconoció que tanto para los pequeños productores como para las grandes empresas la reconversión «es difícil, porque cualquier método que sea no contaminante requiere una inversión muy importante».

Se decidió iniciar el trabajo por etapas, de manera que se pueda ir restringiendo la utilización de los métodos más contaminantes.

En este marco surgieron múltiples proyectos, que comenzarán a ser revisados.

También se debatió acerca de la enorme cantidad de desechos que eliminan las jugueras y sidreras de la región, y finalmente sobre el uso racional de plaguicidas y agroquímicos. En este último punto el Consejo de Ingenieros Agrónomos presentó un diagnóstico regional sobre el uso de plaguicidas y los métodos de control de plagas, según señaló su presidente, Regino Fabi.

Allí se hizo hincapié en el tratamiento de envases de plaguicidas y el potenciamiento de los programas existentes en la zona. Una de las ideas-proyecto que emergió, fue la realización de una propuesta de producción regional de calidad diferenciada, «en el cual se proponía hacer áreas piloto demostrativas de producción con sistemas poco contaminantes».


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