Bush da a la CIA licencia para matar

Los agentes de inteligencia estadounidenses podrían asesinar a por lo menos dos docenas de supuestos terroristas buscados por ese país, sin necesidad de requerir la autorización presidencial. Bush sostiene que de esta manera mejorará la capacidad de acción sobre redes como Al Qaeda, movedizas e imprevisibles.

Washington/Ammán (dpa).- El presidente estadounidense, George W. Bush, autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a perseguir y matar a alrededor de dos docenas de líderes terroristas a los que un funcionario norteamericano describió como «lo peor de lo peor», informó ayer el diario «The New York Times».

Amparados por esa orden escrita de Bush, los funcionarios de la CIA no necesitarán acercarse a la Casa Blanca para solicitar el permiso presidencial para llevar a cabo una operación, apunta el rotativo, citando a altos oficiales militares y de inteligencia, quienes añadieron que solamente intentarán matar a los terroristas si capturarlos resulta impracticable o demandara demasiadas víctimas.

En la lista se encuentran el líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama ben Laden, y su segundo, Ayman al-Zawahiri, así como otros líderes de esa organización y de otros grupos terroristas vinculados. El informe fue considerado un indicio de que Estados Unidos cree que Ben Laden sigue vivo.

En tanto, se supo que la red terrorista Al Qaeda aparentemente fue la responsable del asesinato de un diplomático estadounidense a fines de octubre en Ammán, según informaron fuentes jordanas el sábado. El ministro de Información Mohamed el Udwan dijo que las fuerzas de seguridad jordanas detuvieron a dos miembros de Al Qaeda, que admitieron haber asesinado al diplomático estadounidense Laurence Foley. Aparentemente, tenían contacto con el comandante de Al Qaeda Abu Musab el Sarkawi, al que se atribuyen planes de atentados en Europa.

El presidente Bush acusó recientemente a Irak de haber concedido asilo a el Sarkawi. Según Ammán, el líder terrorista no se encuentra en Jordania.

Por otra parte, en Pakistán, la policía impidió otro atentado contra un diplomático estadounidense. Tres hombres, que pertenecen a un grupo extremista islámico, fueron detenidos, comunicó el jefe policial de la provincia de Sindh, Syed Kamal Shah.

Los tres ya habían cargado con explosivos un vehículo en la ciudad de Karachi cuando intervino la policía. Uno de los detenidos aparentemente ya participó en un atentado en mayo, que costó la vida a 11 ingenieros nucleares franceses y a tres paquistaníes.

En relación con el ataque del 28 de noviembre contra un hotel israelí en Mombasa, la policía keniana descubrió una posible pista que lleva a Sudáfrica.

Según el diario «Sunday Times» de Johannesburgo, el jefe de la investigación en Kenia, William Langat, pidió ayuda a sus colegas sudafricanos vía Interpol. Les solicitó que investigaran si Saleh Nabhan, buscado como comprador del vehículo utilizado en el ataque, encontró asilo en el Cabo. Pocos días antes del ataque, el hombre aparentemente dijo a sus padres que viajaría a Sudáfrica a buscar trabajo.

Irak llama a frenar «guerra no declarada»

BAGDAD (Reuters).- Irak instó a las Naciones Unidas a detener una «guerra no declarada» de aviones de guerra estadounidenses y británicos que patrullan una llamada «zona de exclusión de vuelo» sobre el sur del país.

Los inspectores de la ONU salieron de su sede en Bagdad ayer y se dirigieron a varios sitios no revelados en su búsqueda de armas prohibidas de exterminio masivo.

En carta enviada el sábado al secretario general de la ONU, Kofi Annan, el canciller iraquí Naji Sabri dijo que los aviones de las fuerzas aliadas, estacionados en el vecino Kuwait, habían violado el espacio aéreo iraquí en 1.141 ocasiones entre el 9 de noviembre y el 6 de diciembre.

«Esas violaciones diarias (…) facilitadas por el gobierno de Kuwait, y el barbárico bombardeo de ciudades y poblados de Iraq, ha llegado al nivel de un guerra no declarada», escribió Sabri.

«Naciones Unidas debe dar los pasos necesarios en cumplimiento del artículo (de la carta de la ONU) para frenar la agresión». Irak no reconoce las zonas de exclusión de vuelo establecidas después de la Guerra del Golfo de 1991 para proteger un enclave kurdo en el norte y a los musulmanes chiítas en el sur de un posible ataque de las fuerzas del presidente Saddam Hussein.

La carta de Sabri coincidió con nuevos incidentes en la zona sur el sábado.

Irak dijo que aviones de guerra estadounidenses y británicos atacaron blancos civiles, pero el ejército de Estados Unidos declaró que los aviones habían bombardeado instalaciones de la defensa antiaérea tras ser haber sido atacados.

La defensa antiaérea iraquí ha disparado contra los aviones de Gran Bretaña y Estados Unidos más de 470 veces y violaron la zona sur de exclusión de vuelo 13 días de este año, indicó una escueta declaración estadounidense.

En el mismo período, aviones de las fuerzas aliadas han respondido atacando blancos militares iraquíes en más de 80 ocasiones, añadió.

«Ataques preventivos» y «fuerza demoledora», ejes de la nueva estrategia

WASHINGTON (AFP) – La firmeza de Estados Unidos frente a Irak es el primer ensayo de su nueva estrategia global, que incluye acciones militares preventivas para enfrentar las amenazas y la utilización de una fuerza «demoledora», incluida nuclear, si son atacados con armas de destrucción masiva.

En tres meses, Washington se habrá dotado de una nueva estrategia, y expondrá en un lenguaje sin vueltas aquello que pueden esperar los países a los que George W. Bush incluye en el «eje del mal» (Irak, Corea del Norte, Irán) y algunos otros.

«Debemos estar listos para detener a los Estados granujas y sus asociados terroristas antes de que sean capaces de amenazar o de utilizar armas de destrucción masiva contra EE.UU., sus aliados y sus amigos», advirtió el gobierno estadounidense en setiembre, en un informe titulado «La estrategia para la seguridad nacional de Estados Unidos».

«Estados Unidos continuará precisando claramente su derecho a responder con una fuerza demoledora, incluida la utilización de todas las opciones a su disposición, a la utilización de armas de destrucción masiva en su contra (de Estados Unidos), sus fuerzas en el extranjero, sus amigos y sus aliados», enfatizó un segundo informe titulado «Estrategia nacional para combatir las armas de destrucción masiva», del 10 de diciembre.

Con la «estrategia antiterrorista» presentada a mediados de julio, la administración Bush tiene ahora todos los elementos a su disposición para responder, a quienes se sorprendan de su determinación.

La sola amenaza de recurrir a armas «demoledoras» (léase nucleares), podría asimismo hacer reflexionar a eventuales agresores. Responsables del gobierno Bush recordaron que en 1991, justo antes del inicio de la Guerra del Golfo, fue suficiente con enviar a los iraquíes una carta previniéndoles de que Estados Unidos planeaba recurrir a armas nucleares, para disuadir a Bagdad de utilizar las armas de destrucción masiva.

Pero según los estrategas estadounidenses, hay que salir del esquema de la Guerra Fría y del «equilibrio del terror» que reinaba entonces entre Washington y Moscu. «Nuestros nuevos adversarios no piensan en forma prudente. Toman riesgos», destacó uno de ellos. «No podemos esperar a ser atacados para reaccionar», afirmó.

Pero el enemigo es muchas veces difícil de definir, como lo prueban las incertidumbres sobre Osama ben Laden y su red terrorista Al-Qaeda, que reivindicó los atentados del 11 de setiembre de 2001. «Todos los factores antes asociados a la teoría de la disuasión cambiaron. Necesitamos nuevos conceptos y nuevas capacidades», afirman estos funcionarios.


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