Bush Jr. no quiere repetir la historia y se concentra
Washington (EFE).- El presidente George W. Bush se reincorporó ayer al trabajo en la Casa Blanca centrándose en la situación económica, en un intento de aprender de los errores de su padre, vencedor de Irak y derrotado en las urnas por la recesión.
Bush, tras 12 días de vacaciones en su rancho de Texas, se reunió en la Casa Blanca con el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, con el objetivo de demostrar que está volcado en la recuperación económica.
«Estamos logrando grandes progresos para ganar la guerra en Afganistán y queremos hacerlos también en la creación de empleos», señaló Bush al comienzo de la sesión, en la que volvió a descartar cualquier marcha atrás en su programa de recorte de impuestos.
La reunión de ayer forma parte de la nueva estrategia de la Casa Blanca para concentrar su atención en la delicada situación económica, de cara a las elecciones legislativas parciales de noviembre.
Una vez que ha pasado la fase más difícil de la guerra en Afganistán, la situación económica puede ser el principal árbitro de las próximas elecciones. Así, Bush culpó hoy al Senado (dominado por los demócratas) por no aprobar en diciembre su plan de estímulo económico.
El líder de la mayoría demócrata del Senado y posible candidato presidencial en el 2004, Tom Daschle, bloqueó ese plan porque consideró que incluía demasiadas ventajas a las grandes empresas y muy pocas a favor de quienes perdieron sus empleos tras los atentados terroristas de septiembre. El índice de desempleo subió en diciembre al 5,8 % de la población activa, el más alto desde septiembre de 1994, aunque el ritmo de pérdida de puestos de trabajo se ha ralentizado ligeramente.
Bush avisó ayer que incluirá un nuevo plan de estímulo en su proyecto de presupuesto para el próximo año fiscal, cuyos trazos principales presentará en su discurso sobre el Estado de la Unión, que pronunciará el día 29 ante una sesión conjunta del Congreso.
«Queremos ver cómo podemos crear empleos, que la economía crezca. Soy optimista acerca de que el 2002 será mejor que el 2001», indicó.
También descartó cualquier marcha atrás en la reducción de impuestos que impulsó el año pasado y que, unido a la recesión, ha puesto fin a los superávit presupuestarios logrados durante el segundo mandato de Bill Clinton.
«La rebaja de impuestos forma parte de la receta para la recuperación económica», insistió.
Entre los más allegados al presidente planea desde hace semanas la imagen de George Bush padre, vencedor de las tropas iraquíes que invadieron Kuwait, pero derrotado en 1992 por un joven Bill Clinton que supo explotar la vacilante coyuntura económica.
Aún así, el actual presidente cometió el sábado un desliz que a muchos les recordó a un grave error de su padre. George Bush padre proclamó siendo presidente: «Lean mis labios. No más impuestos». Pero luego tuvo que aumentar la presión fiscal para luchar contra el galopante déficit que generó la recesión de 1991 y el aumento de los gastos militares por la guerra del Golfo.
Y Bush hijo aseguró este fin de semana que los demócratas «no aumentarán los impuestos a menos que pasen sobre mi cadáver».
Para demostrar la solidez de esa afirmación, el presidente aseguró que no tiene «ningún problema» en que el gobierno vuelva a los déficit presupuestarios.
«Este país puede tener déficit en períodos de guerra, emergencia nacional y recesión», afirmó Bush.
Más fondos para los militares
Washington (EFE) .- El presidente de EEUU, George W. Bush, accedió al reclamo militar y pedirá al Congreso miles de millones de dólares adicionales para la defensa y la lucha antiterrorista, dentro de su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2003, que alcanzará los dos billones de dólares.
El presupuesto del Pentágono para este año fiscal, que concluye el 30 de septiembre, es de 345.000 millones de dólares, y la propuesta de Bush propondrá un nuevo aumento, que los militares quieren que sea de 20.000 millones.
Bush presentará sus prioridades presupuestarias el próximo día 29, durante el discurso ante el Congreso sobre el estado de la Unión.
El plan presidencial incluirá además un incremento de 15.000 millones de dólares para mejorar la vigilancia en las centrales nucleares y fábricas químicas, así como el acopio de diversas vacunas, como parte de la lucha antiterrorista. En el año fiscal 2002, el gobierno autorizó 34.000 millones de dólares para esos programas. Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre, el Congreso ha aprobado más de 60.000 millones de dólares para combatir el terrorismo dentro y fuera de EEUU, y para los esfuerzos de reconstrucción en Nueva York y Washington, una cifra cinco veces mayor que la del año fiscal de 2000.
Washington (EFE).- El presidente George W. Bush se reincorporó ayer al trabajo en la Casa Blanca centrándose en la situación económica, en un intento de aprender de los errores de su padre, vencedor de Irak y derrotado en las urnas por la recesión.
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