Bush logra inédito poder para impulsar su agenda conservadora

WASHINGTON (Reuters) – Los republicanos tomaron ayer el firme control del gobierno de Estados Unidos, después de que un histórico triunfo en ambas cámaras del Congreso dio al presidente George W. Bush poder para implementar su agenda legislativa y nombrar jueces federales conservadores.

Los republicanos recuperaron el control del Senado y expandieron su mayoría en la Cámara de Representantes, en unas elecciones de medio período que desafiaron la historia al ganar escaños para el partido que está en la Casa Blanca.

Bush, quien ya tenía altos índices de popularidad en las encuestas de opinión, aumentó su autoridad para librar una campaña militar contra Iraq y llevar adelante su agenda en el Congreso, incluyendo iniciativas para hacer permanentes sus recortes tributarios, crear un nuevo Departamento de Seguridad Interna y conseguir la confirmación de sus candidatos a jueces.

«Creo que fue un referendo sobre el liderazgo (de Bush) y realmente lo demostró», dijo el senador republicano Trent Lott, de Mississippi, quien será de nuevo el líder de la mayoría en el Senado.

«El pueblo estadounidense dijo: «Sí, confiamos en este hombre y queremos tener un Congreso que trabaje con él y que logre que algunas cosas se hagan», dijo Lott a la NBC.

El hermano menor de Bush, Jeb, fue reelegido como gobernador del estado de Florida y el gobernador demócrata Gray Davis ganó la reelección en California, mientras los republicanos reclamaron la mansión del gobernador en Maryland por primera vez en 36 años, en una gran noche para el partido a nivel nacional.

Los republicanos vencieron a senadores demócratas en Georgia y Missouri y derrotaron al ex vicepresidente Walter Mondale en Minnesota para ganar un margen de al menos dos escaños en el Senado, con las contiendas de Dakota del Sur y Louisiana todavía indecisas.

Asimismo, ganaron al menos tres escaños en la Cámara de Representantes, ampliando su mayoría de seis en una gran victoria para Bush, quien recorrió el país sin descanso en los días finales de la campaña en busca de respaldo para sus candidatos.

La derrota seguramente provocará acusaciones mutuas y quizás cambios en la dirigencia de las filas demócratas, con el legislador Richard Gephardt renunciando como líder de la minoría en la Cámara de Representantes y probablemente a la candidatura a la presidencia.

El saliente líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Tom Daschle, admitió que las elecciones fueron un referendo sobre Bush, pero agregó que también fueron una votación sobre la guerra contra el terrorismo, Irak y otras preocupaciones de seguridad . «Creo que significa que el presidente tiene una oportunidad aquí de proceder con el plan (contra Irak) tal y como lo ha articulado», dijo Daschle .

Los republicanos tienen ahora el poder en las dos cámaras del Congreso y en la Casa Blanca, por primera vez desde que el senador James Jeffords desertara del partido y se convirtiera en independiente el año pasado, entregándole a los demócratas el control del Senado.

Con los resultados de los comicios del martes Bush se convirtió en el tercer presidente en un siglo en lograr más escaños en la Cámara de Representantes en elecciones de medio mandato, después de Franklin Roosevelt en 1934 y Bill Clinton en 1998.

El actual mandatario es también el primero en ganar bancas en el Senado en este tipo de elecciones desde el presidente republicano Ronald Reagan, que lo logró en 1982.

«El crédito es para los candidatos y aquellos que se concentraron en cambiar el tono», dijo Bush al personal de la Casa Blanca , según su portavoz Ari Fleischer. En la intensa batalla por escaños en el Senado, los republicanos vencieron en New Hampshire, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Tennessee. Los demócratas ganaron un escaño en Arkansas, al derrotar al actual senador republicano Tim Hutchinson. El conteo de votos continuaba en Dakota del Sur.

Efectos que se esperan en América Latina

Aunque de manera indirecta, los comicios en EE.UU. repercutirán en América Latina. El Congreso tiene el poder de obstaculizar o facilitar los proyectos del presidente, incluyendo a todo lo concerniente a América Latina.

El control de los republicanos en la Cámara Alta afectará las decisiones de todos los comités legislativos que deciden sobre la política exterior, así como el nombramiento de los funcionarios y los embajadores que tienen que ver con América Latina.

Según los analistas, un Senado con mayoría republicana dará impulso a la liberalización del comercio, tal como lo desea Bush, pero también significaría una posición más dura con respecto a otros temas como inmigración, Cuba y los gobiernos de tendencia izquierdista en América Latina, entre otras cosas.

«Los demócratas tienen mucha relación con los sindicatos y no apoyan la liberalización del comercio si afecta a los trabajadores estadounidenses. Por eso, un senado republicano, pondrá menos obstáculos para firmar acuerdos comerciales», explicó Michael Schifter del Diálogo Interamericano.

Un senado más favorable hará una gran diferencia cuando se trate el acuerdo que está negociando con Chile, o el que se quiere negociar con Centro América. De hecho el presidente chileno Ricardo Lagos consideró ayer que se acelerará la negociación con EE.UU.

En el caso de Colombia, tras el 11 de septiembre, el Congreso estadounidense cambió su actitud hacia el conflicto colombiano y autorizó que la ayuda a este país pudiera ser utilizada directamente en la lucha contra la guerrilla y no sólo contra el narcotráfico. Con los republicanos con mayoría en el Senado, habrá más «flexibilidad» en el tema Derechos Humanos.

En otros temas, en contraste, los republicanos serán más «duros».

«Por ejemplo, la llegada de Lula a la presidencia de Brasil. O el gobierno de Hugo Chávez. Los republicanos estarán más dispuestos a reacciones más enérgicas. Digamos que tendrán una posición menos paciente y menos comprensiva que los demócratas», opinó Michael Shifter.

Asimismo, con una una mayoría republicana en el Congreso va a ser más difícil que un cambio de política hacia Cuba.

Uno de los países que se verían menos afectado con el cambio de manos del Senado sería México porque la agenda bilateral depende menos de los «humores» del Congreso. Se espera además que las relaciones con este país vuelvan a retomar «calidez» independientemente de quién controle el Congreso.

Varios «no» a las propuestas más liberales

Los referéndum más liberales que se votaron ayer en Estados Unidos recibieron un «no» de respuesta, como la independencia de Hollywood, la legalización de la marihuana en Arizona y Nevada y la rehabilitación de adictos en Ohio.

El secesionismo de Hollywood fue rechazado por su electorado de Hollywood, donde el 67 por ciento de los votos fue para el «no» y el 33 para el «sí». Quienes viven en el resto de Los Angeles fueron todavía más categóricos: 74 por ciento estuvieron en contra del divorcio y 26 a favor.

En Arizona y Nevada le dijeron no al proyecto para despenalizar la posesión para uso personal y el consumo de la marihuana, pese a la campaña financiada por los millonarios George Soros, John Sperling y Peter Lewis. El «no» en Nevada recibió el 63 por ciento de los votos, mientras que en Arizona fue del 57 por ciento.

En Ohio otro referéndum había intentado introducir la rehabilitación obligatoria en lugar de una pena a la cárcel para los adictos a las drogas prohibidas pero el «no» fue del 67 por ciento.

En California, el electorado aprobó una propuesta para destinar fondos a programas de apoyo escolar impulsada y financiada por el actor republicano Arnold Schwarzenegger, quien obtuvo así un triunfo clave con vistas a su probable candidatura para gobernador en 2006.

Análisis: El «sheriff» no cabalga solo y se acerca a la reelección

Puede ser que el mundo vea al presidente estadounidense George W. Bush como el representante del poderío arrogante de EE.UU. en el exterior, pero las elecciones legislativas del martes ponen de manifiesto que este «cowboy» no cabalga solo. Tiene el respaldo de los electores estadounidenses.

Podría ser una posición poderosa si el «sheriff» Bush y su segundo a bordo Colin Powell cabalgan en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para acabar con las resistencias a su dura resolución sobre Irak con las consiguientes «consecuencias» si el líder iraquí, Saddam Hussein, no cumple. Las elecciones de ayer refuerzan la amenaza de Bush de actuar en solitario contra Irak.

El hombre que hace dos años llegó a la presidencia con ayuda del Tribunal Supremo se afirma como el exitoso dirigente de su partido, que impondrá su punto de vista.

Ahora el presidente tiene todas las cartas en la mano para imponer sus objetivos. Se fortalece el respaldo para su guerra contra el terrorismo y se debilita la oposición contra el proyecto de un gigantesco ministerio para la Defensa del país.

Además, mejoran las posibilidades de aplicar íntegramente las reducciones de impuestos en 135 billones de dólares a lo largo de diez años.

Lo mismo sirve para el nombramiento y la confirmación de jueces conservadores en el tribunal federal y hasta en el exclusivo Tribunal Supremo. El control del Senado por parte de los republicanos a partir de enero dará al presidente la posibilidad de dar forma a los tribunales federales de ese país y de influir así sobre el sistema judicial hasta mucho después de que termine su mandato como presidente.

Asimismo, son considerablemente mayores las posibilidades de que se apruebe la explotación de las reservas de petróleo en la reserva natural de Alaska.

Aunque las turbias perspectivas coyunturales y el creciente desempleo siguen siendo la principal preocupación de los electores, según las encuestas, los demócratas no han podido sacar provecho de ello. Los demócratas han fracasado en su alcanzar su objetivo: conseguir por primera vez desde 1994 una mayoría en la Cámara de Representantes. Les faltó un programa y líderes con carisma equiparables a Bush.

Por ello el presidente puede sentir que el viento soplará a su favor en los dos últimos años que le quedan en la Casa Blanca. Y de una casi descontada postulación para un nuevo mandato.