Bush presionó para ahogar al Hamas e Irán 26-06-03

WASHINGTON (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reclamó ayer a la Unión Europea poner fin a todas las formas de financiamiento del grupo radical palestino Hamas, colocando bajo nuevas tensiones las relaciones con Europa, tras las generadas por la guerra en Irak. Las partes también decidieron ponerle más presión a Irán y reclamaron que ese país permita una investigación internacional exhaustiva de su programa nuclear para asegurarse de que no produce armas atómicas de forma clandestina.

Bush hizo su apelación directamente al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y al primer ministro de Grecia, Costas Simitis, cuyo país ostenta actualmente la presidencia rotativa de la UE Bush desea que la Unión Europea siga los pasos de Estados Unidos y declare ilegal al brazo político de Hamas, pero Francia -que se opuso a la guerra contra Irak- insiste en que el grupo es un «elemento necesario' en el proceso de paz en el Oriente Medio.

Prodi, un ex primer ministro italiano, dijo que el diálogo con Irán «se mantiene diariamente y con profundidad… Debemos estar seguros de que no constituya un peligro a la paz futura».

Funcionarios de la UE dijeron que no hubo discusiones sobre el uso de la fuerza durante la cumbre que sostienen anualmente en Washington. «Ninguno de nosotros nunca ha mencionado la fuerza en este caso», dijo Simitis.

El mandatario estadounidense se reunió con ambos políticos europeos en la Oficina Oval de la Casa Blanca, al inicio de la cumbre entre Estados Unidos y el bloque regional «El (Bush) pidió a todas las naciones miembros de la Unión Europea que hagan todo lo que esté a su alcance para poner fin a todas las formas de financiamiento (de los grupos militantes), específicamente al Hamas», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, a los periodistas.

Bush presionó también a los representantes de la UE a poner fin a una prohibición impuesta a los alimentos modificados genéticamente, una medida que durante varios años ha generado una fuerte disputa entre Washington y Bruselas. (Reuters/AFP)