CAFI planteó su rechazo a las retenciones

Dejó en claro su postura en cartas enviadas a legisladores de Neuquén y Río Negro

La Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) transmitió a los diputados y senadores nacionales de la provincia de Río Negro y Neuquén el contundente rechazo a las retenciones móviles propuestas por el Ejecutivo Nacional para los granos. En sendas cartas llegadas a los despachos de los legisladores, la CAFI manifestó su

posición ante el posible debate en el Congreso Nacional sobre las retenciones vigentes en la fruticultura.

En el 2002, cuando el gobierno nacional implementó los derechos de exportación (retenciones) del 10% para la fruticultura, lo hizo con fundamento en el tipo de cambio real alto, y en la situación económica y social de crisis que se vivía en el país.

Los empresarios aducen que en la actualidad la actividad tiene costos que superan ampliamente el crecimiento del valor del dólar desde la salida de la convertibilidad.

«Entendemos que están dadas las condiciones para que se establezca una reducción progresiva de las retenciones a la fruticultura de peras, manzanas y frutas de carozo, que incluya la inmediata equiparación de las mismas con la citricultura en un 5%. Este planteo, además de ser justo por cuanto el nivel de valor que agrega nuestra actividad es superior al de los cítricos, es coincidente con el reclamo de otras zonas productoras de frutas del país, como ha sido manifestado recientemente por San Juan y Mendoza», sentencia una parte de la carta llegada a los legisladores.

La misiva destaca asimismo las diferencias de criterio que existen hoy en la región sobre este tema. «Sabemos que la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén tiene una posición distinta en cuanto no reclama la baja o eliminación de las retenciones, sino que se destinen fondos de las mismas para apoyar programas para pequeños y medianos productores. CAFI entiende que los recursos procedentes de la baja o eliminación de los derechos de exportación, se canalizarán mejor sin el intervencionismo estatal que podría generar burocracia, asistencialismo político o el riesgo de algún acto aislado de corrupción», asegura la CAFI en otra parte de la carta.

Remarca que la fruticultura tiene una dinámica de oferta y demanda entre cientos de operadores comerciales que garantiza una llegada directa de los fondos a los productores de todos los tamaños. «No es cierto, como se menciona demagógicamente, que el manejo de la fruta se concentra en grandes empresas multinacionales. En la actualidad las empresas de capitales extranjeros representan el 8% de la producción y el 15% de la comercialización».


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