Cagna no lo quiere ni ver
Diego Cagna, el entrenador de Tigre, admitió ayer que le pidió a los dirigentes del club que no invitaran a su antecesor en el cargo, Ricardo Caruso Lombardi, a la fiesta del ascenso a primera división.
«Hubo cosas que no me gustaron de Caruso Lombardi. Iba a la tribuna y habló mal de nosotros cuando tuvimos una seguidilla de empates y por eso pedí que no lo invitaran a la fiesta», afirmó Cagna. Y agregó: «Yo no iría a hablar mal de alguien en la platea del club en el que estuve. El lo hizo, yo me enteré, me cayó mal y no quise que venga a la fiesta del ascenso. Si se quedaba callado, hubiese venido».
Por otro lado, el entrenador comentó que el delantero Leandro Lázzaro puede ser transferido a Estudiantes «pero no es cuestión de regalarlo». «A Lázzaro no se le van a cerrar las puertas, pero tampoco es cuestión de regalarlo», opinó Cagna. Lázzaro, autor de diez goles en el torneo Apertura, fue tentado por su colega Juan Sebastián Verón para jugar los próximos seis meses en el «pincha», que disputará el torneo local y la Copa Libertadores.
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