Calefaccionarse, más caro para los más pobres

Altos precios de la leña allí donde escasea empeoran la situación.

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Llegó el frío. La previa del invierno trajo nieve en la Región Sur y en la Cordillera, viento helado o escarchilla en el resto. Y en cada casa –rica, pobre o como sea– todos los implementos para dar calor fueron puestos a funcionar al máximo de un día para otro. A base de leña, gas natural, garrafas sociales, zepelines, tubos o electricidad, como burla cruel de la Patagonia el presupuesto se estira al máximo precisamente para aquellos que tienen menos dinero o habitan en zonas más desfavorables.

Estar calentito en estos días será para muchos un trámite fácil pero, para otros, representará una costosa utopía.

Una familia tipo de clase media de Neuquén capital que alimente con gas natural dos calefactores de 5.000 calorías, un termotanque y una cocina consumirá un promedio de 1.000 metros cúbicos bimestrales de ese fluido. Esto representa una erogación de unos 100 pesos, es decir que serán no más de 60 pesos en un mes gélido como este junio.

La situación no será muy diferente para un grupo familiar que habite en ciudades como Jacobacci, Zapala, Bariloche o Viedma. Como la temperatura exterior cambia de uno a otro punto en más de 10 grados, lograr esa homogeneidad dependerá de los materiales de la casa, ya que las grietas o la insuficiente aislación podrían hacer variar mucho las cosas.

En cambio, lograr una temperatura agradable para una familia tipo que no disponga de gas domiciliario demandará no sólo bastante más dinero sino también esfuerzos, transporte y molestias considerables.

En Jacobacci, quienes no están conectados a la red de gas optimizan el presupuesto combinando leña con garrafas o cilindro. Generalmente se apela al gas envasado para alimentar una cocina y el termotanque o calefón y al fuego para calefacción en estufa hogar o salamandras. En este caso el consumo de gas rondará los 160 pesos si se tiene posibilidad de acceder a la garrafa social –que se comercializa a 16 pesos la unidad– o trepará a 700 si se usan cilindros de 45 kilos de gas. En un mes de invierno serán necesarios dos tubos, que tienen un costo unitario de 350 pesos.

Si la familia tuviera que calefaccionar la casa con gas envasado, los costos ascenderían a 1.000 pesos si lo hiciera con 50 garrafas, o a 4.200 si debiera afrontar la compra de 12 cilindros. La “operación casa calentita” no sería mucho más barata si la familia utilizara –como muchas– sólo leña: consumiría unos 1.500 kilos por mes, cuidándola, lo que significa un costo de 1.800 pesos en Jacobacci.

Debido al gran consumo de las estufas y caloventores eléctricos, en los hogares de Jacobacci prácticamente no se usan estos artefactos, y calefaccionarse sólo de ese modo sería mucho más costoso que las opciones anteriores.

Para una casa de campo, el combustible tradicional es la leña. Pero el gasto depende de varios factores. En muchos casos, las viviendas rurales son habitadas por una o dos personas que reciben en forma gratuita la leña del Plan Calor (unos 600 kilos para los tres meses de invierno) y tres garrafas de gas de 10 kilos. Como máximo en un mes muy frío, una familia consume entre 800 y 1.000 kilos de leña y unas 5 garrafas de 10 kilos o 1 y 1/2 cilindro de gas de 45 kilos. En general, la garrafa es usada sólo para cocinar. Y la leña para calefacción es complementada con excremento seco de vacuno y equino, leña de plantas autóctonas, cartón, papel o maderas. En el caso de la leña que deben comprar, los precios son superiores a los pagados en las localidades, en razón del flete y la cantidad. Actualmente el viaje se paga entre 8 y 10 pesos el kilómetro (sea por 10 o por 1.000 kilos de leña).

En el caso del gas envasado, en algunos parajes –en El Caín, por ejemplo– y en zonas rurales de ciudades como Cipolletti, la garrafa social se vende a 28 pesos , y esto es también por el flete o, en muchos casos, porque las provee un único comercio y no existe en el lugar quien venda el cilindro de 45 kilos.

Este informe fue elaborado por las agencias Jacobacci, Bariloche, Chos Malal, San Antonio Oeste y Cipolletti y la Redacción Central.

Para aquellos que son jóvenes y no tienen problemas de motricidad,

la cercanía del bosque andino permite hacerse de algo de leña de plantas autóctonas para complementar la calefacción del hogar.

INFORME ESPECIAL

La leña que distribuye el Estado no resulta suficiente, pero ayuda a soportar el invierno.


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