Calificadora bajó la nota de la deuda y afectó a la Bolsa

NUEVA YORK/ BUENOS AIRES.- La firma de calificación de riesgo Standard & Poors redujo ayer su calificación de crédito para la Argentina para reflejar el deterioro fiscal del país. La mala noticia impactó en la Bolsa porteña ya que el índice Merval ganó apenas 0,39%, luego de tocar un pico de 1,44.

S&P anunció que bajó la calificación de crédito en moneda local de BBB-/A3 a la valoración BB/B.

También redujo la calificación crediticia soberana para largo plazo en divisas extranjeras de BB a BB-, mientras que la de corto plazo se mantiene en B.

Por el contrario, el banco de inversión Merril Lynch subió la calificación de «bajo nivel» de mercado a «neutral», evaluando positivamente los anuncios presidenciales. A su vez aludió a «posibles cambios en el gabinete» de De la Rúa en las próximas semanas (ver aparte)

S&P puso en observación a Argentina el 1 de noviembre, lo que significaba que podía rebajar la calificación de crédito en cualquier momento.

La revisión a la baja refleja las proyecciones de que la deuda del gobierno no se limitará al 50% del GDP y que, incluso si se congela el gasto a nivel federal y provincial, las autoridades no lograrán el equilibrio fiscal hasta el 2005, mientras que habían previsto tenerlo en el 2003.

«Argentina tiene una flexibilidad limitada para manejar el déficit fiscal», afirman los expertos de la firma que recuerdan que, en respuesta a la reciente crisis de confianza, el gobierno de De la Rúa presentó medidas sobre la seguridad social y las transferencias intergubernamentales. «Sin embargo, las últimas pueden ser difíciles de aprobar y las dos medidas juntas pueden ser insuficientes para reducir la prima de riesgo requerida por los inversores», comentan para añadir que una prima de riesgo alta y volátil reduce las inversiones y, en consecuencia, el crecimiento.

Las perspectivas de Argentina son estables, según la firma que explica que de esta forma reconoce la fortaleza de este país comparada con la de otros donde la calificación se mantiene en grado de no inversión, que es mucho más baja.

(Reuters y DyN)