«Calzones» rotos

"Delpo" dijo que se los iba a sacar, pero al final "Rafa" Nadal se bajó de la finalísima.

Si bien el mundo del tenis sufre porque no verá lo que prometía ser una final antológica, la ausencia de Rafael Nadal desató una gran alegría en Argentina, sobre todo en el capitán Alberto Mancini. (Pág. 36)

La noticia shoqueó, porque aunque se había puesto en duda la presencia de la mejor raqueta del mundo en la final que se disputará entre el 21 y 23 de este mes en Mar del Plata, aquí se pensó que en realidad se exageraba acerca de la lesión en la rodilla (una molesta tendinitis) del mallorquín y que incluso jugaría en una pierna.

Cuando hace algunos días desde el entorno de «Rafa» se dijo que su participación era un interrogante, en nuestro país los especialistas dijeron que podía tratarse de una estrategia del capitán español Sánchez Vicario. Si hasta Mancini afirmó que Nadal jugaría «seguro» y David Nalbandian subió la apuesta y confesó que esperaba que el número 1 no se bajara de la final, porque así «sería más emotiva».

Ayer terminaron con las especulaciones. Lo hizo el propio Nadal ante la prensa, con el rostro preso de la amargura: «Después de un largo y muy positivo año, me sabe muy mal perderme los dos grandes objetivos, Shanghai y la final de la Davis. Son momentos difíciles, pero he hecho todo lo posible para intentar llegar», aseguró «Rafa», sin poder detener la enorme polémica que en España genera su baja.

Acompañado por el médico de la Real Federación Española de Tenis (RFET), Ángel Ruiz-Cotorro, el tenista afirmó que «era una ilusión enorme, estoy acostumbrado a jugar con dolor, pero éste es un dolor distinto, nuevo, que no consigo controlar».

Las pruebas médicas que le hicieron ayer determinaron que su lesión no evolucionó como los especialistas esperaban. «Rafa lleva una temporada muy dura», señaló Ruiz-Cotorro, quien afirmó que necesitará «entre tres y seis semanas» para recuperarse.

De más está decir que Nadal era la mayor amenaza de la «Armada española» para Nalbandian, Del Potro y Cía. En lo que fue una temporada de ensueño que terminará con un sabor agridulce, el mallorquín desbancó a Roger Federer de un reinado que duró cuatro años, después de ganar su cuarto Roland Garros, obtener el primer Wimbledon y llevarse el oro de los Juegos Olímpicos. «No sé si la lesión es por apurar o no en mi lucha por ser número uno porque en realidad no he hecho ningún torneo extra, sólo he jugado lo que contaba para el ranking, no he hecho ninguna locura para ser número uno», aclaró.

Lejos de lanzar un mensaje excéptico, Nadal emitió una frase esperanzadora, aunque poco convincente en su país: «España tiene jugadores de primer nivel para lograr la victoria», señaló. Mientras tanto, Mancini se frota las manos, Nalbandian entrena y «Delpo», en Shanghai, se quedará con las ganas de sacarle «los calzones del o…».


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