Caminar entre las nubes por Viedma y Patagones

Esa fue la sensación que provocó el singular paisaje del amanecer de ayer en la Comarca.

La densa niebla de ayer redujo notablemente la visibilidad hasta que el sol comenzó a levantarse, trasformando la tradicional postal con la que abre los ojos todos los días la capital rionegrina.

El enorme espejo en el que se reflejan las dos ciudades quedó empañado, oculto como si fuera una interminable olla en plena ebullición. La visibilidad se mantuvo tan reducida que los automovilistas se vieron obligados a transitar a paso de hombre, a tal punto que en ambos puentes que unen a Viedma y Patagones se pudo observar una larga fila de vehículos con luces y balizas encendidas.

Sobre la ruta nacional N°3 los controles de tránsito extremaron las recomendaciones y controles a los efectos de evitar cualquier tipo de inconvenientes.

La reducción de la visibilidad es peligrosa pero el paisaje que ofrece esa nube a ras del piso es para admirar, dejando a un lado la temperatura bajo cero.

En el lugar que uno se detuviera los objetos más cercanos apenas se divisaban y las orillas del río parecieron evaporarse. Un paisaje inolvidable que con frecuencia regala la naturaleza a esta Comarca unida por el río Negro.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios