Cañas épico, Nalbandian brillante
Jugarán entre sí por los octavos de final en Melbourne
MELBOURNE (Por Guillermo Salatino, DPA).- Dos estilos diferentes para un mismo fin. David Nalbandian y Guillermo Cañas se medirán en la madrugada de mañana en los octavos de final del Abierto de Australia, tras obtener ayer sendas victorias que representan sus concepciones del tenis.
Nalbandian superó con su precisión y su fuerza al sudafricano Wayne Ferreira por 6-2, 6-4 y 7-5. Su triunfo podría haber sido incluso más contundente si no hubiera perdido ligeramente la concentración al final del tercer set.
Por su parte, Cañas apeló a toda su garra y respaldo físico para eliminar en un espectacular choque de casi cinco horas al británico Tim Henman. El resultado lo dice todo: 6-7 (5-7), 5-7, 7-6 (7-3), 7-5 y 9-7.
En lo que coincidieron ambos argentinos fue en su satisfacción tras el choque. «Creo que jugué uno de los mejores partidos de los últimos tiempos, quedé muy conforme», afirmó Nalbandian, octavo favorito en el primer Grand Slam de la temporada. «Estoy muerto, pero tan feliz que no me importa nada ahora mismo el partido con David», dijo por su parte Cañas. Nalbandian rebosaba confianza tras su triunfo. «Ni siquiera utilicé la táctica que tenía preparada. Estaba con tanta confianza que no la necesité. Lo que tiraba entraba», afirmó el cordobés, que deberá superar a su compatriota para al menos igualar lo conseguido en 2003 en Melbourne.
Cañas, al mismo tiempo, se mostraba orgulloso después de al
canzar su mejor triunfo en mucho tiempo. Su alegría se acrecienta por su aciago 2003, plagado de lesiones. «Esto es mucho más de lo que esperaba después de estar tanto tiempo afuera del circuito, la verdad, no me esperaba estar ahora en octavos de un Gran Slam».
Respecto a su partido ante Henman, Cañas lo describió como «una batalla». El porteño llegó a sacar con dos sets en contra y 4-1 para Henman en el tercero. «Este partido va a quedar en el recuerdo por todo lo que conlleva, venir de la lesión, por estar tanto tiempo sin jugar y por volver a sufrir adentro de una cancha». Su entrenador, Hernán Gumy, estaba encantado con la exhibición de coraje de su pupilo. «Cuando perdió el segundo set nos miró como si lo hubiese ganado. 'Poncharelo' (Fernando Cao, su preparador físico) me dijo 'preparate para algo grande'», explicó Gumy, que en su época de jugador se especializó en partidos largos y dramáticos.
El épico Cañas o el sólido Nalbandian. Melbourne será testigo de un partido albiceleste.
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