Cancio rindió un examen de manejo bajo la lluvia

Probó en el circuito de Pembrey un auto de la Fórmula 3 Británica. Asombró con su adaptación, pese a lo complicado que estuvo el piso.

La «misión roquense» entró en acción y lo que aparecía como un sueño se hizo realidad. Agustín Cancio cumplió ayer la primera sesión de pruebas en el circuito de Pembrey al comando de un Dallara-Mugen Honda de la Fórmula 3 Británica. Dio un centenar de vueltas, la mayoría bajo una torrencial lluvia que sirvió para mostrar la notable adaptación del joven piloto a un piso complicado.

«Esto es un sueño. Es algo hermoso manejar un auto con tanta potencia. Si hasta me olvidé de la lluvia», fueron las primeras expresiones del joven piloto después de completar la primera de las dos jornadas de pruebas que lleva adelante el equipo de Alan Docking Rácing.

A la distancia y vía teléfono, tanto Agustín como su padre Ricardo no ocultaban la satisfacción al término de una extenuante jornada de ensayos, donde sólo se paró para almorzar.

La adaptación de Cancio al auto de la Fórmula 3 Británica fue tan rápida, que los ingenieros de pista del equipo a pesar de la lluvia decidieron trabajar con la telemetría y probar con diferentes regulaciones de puesta a punto, sorprendiéndose por la forma en que el piloto fue transmitiendo las sensaciones que experimentaba.

«Es un circuito que tiene una curva de segunda velocidad, pero en general veloz», comentó Agustín.

Enseguida contó que «el auto es un «chiche», Los mecánicos hasta me secaban las «botitas» antes de subirme».

«No te perdonan una. Acá frenaste bien, acá no. Erré un solo cambio en todas las pruebas y me pararon para preguntarme qué me había pasado. Son todos muy profesionales, respetan los horarios al máximo. Nosotros todavía no nos cambiamos y ellos ya están listos para cenar», comentó el «Fósforo», quien entre otros comentarios destacó que en el mismo equipo alguna vez, antes de su paso al Cart, se alistó el canadiense Jacques Villeneuve.

La primera parte de la prueba duró cincuenta y cinco minutos, siempre bajo una lluvia torrencial. «Después de las primeras cuatro vueltas me pararon, tenían miedo que les rompiera el auto», apuntó Agustín.

Y destacó que «me sentí tan cómodo que no anduve nunca «colgado». Por la tarde completé cien vueltas. El piso nunca se terminó de secar, pero según ellos salieron algunos registros interesantes».

Cuando se lo consultó acerca de su respuesta física a manejar tantas vueltas un auto de mucha potencia, reconoció que «estoy cansado, quizás también por toda la ansiedad acumulada en los días previos».

Lo concreto, es que Cancio arrancó haciendo bajo el agua 1m 01s 05/100, para terminar la jornada con un registro de 56s 15/100, siempre con piso mojado. El mejor tiempo en Pembrey es patrimonio del inglés Jenson Button -hoy revelación en la Fórmula 1-, quien el 15 de agosto de 1999 clavó su mejor vuelta en 50s 97/100 en condiciones normales, durante una doble programación que realizó la Fórmula 3 Británica.

La segunda parte de la historia de esta «misión roquense» en la Fórmula 3 Británica seguirá hoy con una nueva jornada de pruebas. Por lo que comentó el padre de Agustín, en la última parte de los ensayos «se buscará marcar algún tiempo importante. El equipo la noche anterior ya estaban instalados en el autódromo y a nosotros nos dieron un Honda para que nos moviéramos».

Si bien ninguno lo reconoció a la hora del contacto telefónico con «Río Negro», da toda la sensación que tanto al piloto como a su padre los conformó la primera experiencia y que valió el esfuerzo que realizaron para viajar a Inglaterra para probar en una categoría que formó a grandes figuras de la Fórmula 1.

Una enorme posibilidad tiene en sus manos Agustín Cancio y parece dispuesto a no desaprovecharla. Ya demostró que tiene condiciones.

Cronología de una jornada que fue especial

El de ayer no fue un día más en la vida deportiva del roquense Agustín Cancio. Cuatro horas le insumió el viaje de Silverstone, donde está la sede del Alan Docking Rácing, a Llanelli, el lugar en el que se encuentra el circuito de Pembrey.

Se despertó a las 7.30 y llovía en Llanelli, algo que estaba en los planes del equipo, por lo que no lo tomó por sorpresa a ninguno.

Luego del desayuno en el mismo hotel donde están alojados, el viaje de casi media hora al circuito. Llegó a las 9 y ya lo esperaba el equipo con el auto listo. Quince minutos después se dirigió al motorhome para cambiarse.

A las 10.35 se afirmó bien al volante del Dallara-Mugen Honda y enfiló para la salida de boxes. Llovía en forma torrencial. Cuatro vueltas y a boxes. Las primeras indicaciones del equipo, el pedido de precaución para evitar un golpe y otra vez a pista.

A las 11.30, cuando dejó de llover, volvió a girar hasta las 12.30, la hora indicada por uno de los integrantes del equipo para el almuerzo.

Un breve descanso y de 14 a 16.30 la segunda parte de la primera jornada de pruebas, completando cien vueltas, ante el reconocimiento generalizado del equipo por la forma en que manejó.

A las 18 emprendió con buena parte del equipo al regreso al hotel en Llanelli. Un buen baño, la cena, la infaltable comunicación telefónica a Roca para hablar con su mamá y sus hermanas, y después a dormir, porque hoy lo espera otra agotadora jornada, la última de las programadas con el Alan Docking Rácing.

El regreso a Argentina será el viernes, casi sin tiempo para el descanso, porque el domingo tendrá que correr en Río Cuarto.

«Cuando lo vimos girar no lo podíamos creer»

Fernando Malgeri es oriundo de Pigüé y hace muchos años que está radicado en Inglaterra. Es el jefe de mecánicos del Alan Docking Rácing y el verdadero gestor de las pruebas que realiza el roquense Agustín Cancio con un auto de la Fórmula 3 Británica.

Si bien conoció a Agustín el pasado viernes cuando llegó a Londrés, sabía de su campaña deportiva a través de un amigo de la infancia.

José María Conte, quien en la actualidad es gerente de Felfort, la empresa que auspicia publicitariamente al piloto roquense, fue el que decidió apostar a una prueba en el exterior y ayer Malgeri le estaba muy agradecido. En diálogo con «Río Negro» comentó que «cuando lo vimos girar no lo podíamos creer. La verdad, me llena de orgullo haber realizado las gestiones para que viniera un piloto argentino a probar y que tenga este nivel. Tiene un don natural, algo que no es común».

Y enseguida agregó que «hay un muy buen material humano. Por este equipo vimos pasar a muchos pilotos y la verdad que impresiona. Tiene apenas dieciséis años».

En relación con las pruebas de ayer, comentó que «respondió con creces a nuestras expectativas. Hizo todo lo que le pedimos y sabe transmitir lo que hace el auto, parece que tuviera mucha experiencia».

También expresó que «ahora lo vamos a soltar un poco, como para que tenga la oportunidad de buscar un buen tiempo. No está nada mal lo que marcó con piso mojado, si uno agarra la tabla de tiempos y compara con lo que hicieron otros pilotos en las mismas condiciones, es muy bueno. Pero no importa tanto lo que indicó el reloj, como el aplomo que mostró para moverse en un medio diferente al que está acostumbrado. En condiciones normales tiene que bajar su marca unos cinco segundos, si es lo que a la gente de allá le interesa saber. Cuentan con un piloto de un enorme futuro».


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