Canicoba analizó la declaración del arrepentido y define citaciones de senadores

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral analizó ayer en detalle la declaración del arrepentido ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto ante su par Norberto Oyarbide, y comenzó a definir las fechas en que indagará a los funcionarios del gobierno de De la Rúa y senadores que participaron del presunto soborno.

Pontaquarto -en su declaración judicial del viernes ante Oyarbide- involucró al gobierno de De la Rúa con el pago de sobornos y se comprometió a aportar para hoy un listado de nombres de senadores que, según él, recibieron el dinero que salió de la SIDE.

Además, en Tribunales esperan la confesión de un nuevo arrepentido, que -tal como anticipo ayer este diario- se trata de otro de los hombres que participó de la mecánica del entramado de las coimas.

El nuevo testigo es considerado clave, ya que su declaración determinará que no se tratará de la sóla palabra de Pontaquarto contra el resto de la corporación de funcionarios y senadores que se abroquelan para «tapar» los hechos.

Al repasar el viernes ant Oyarbide el papel que le entregó el senador Cantarero cuando le llevó a su departamento las valijas con los casi 5 millones para que se distribuyeran las coimas, Pontaquarto sostuvo que allí figuraban los nombres de «Choclo, en alusión a Alasino. Beto quien era Tell, Remo quien era Costanzo, Julio, quien creo que es San Millán, Gioja -decía el apellido-, Raijer, senadora por Córdoba y otros que no recuerdo. Los montos oscilaban entre trescientos mil pesos a cincuenta mil».

Ese papel, según los dichos de Pontaquarto tenía una rúbrica, un gancho. «Mi impresión era que podía ser de Cantarero pero no lo vi firmar el mismo delante mío. Además recuerdo que él me dijo que estaban por venir los muchachos», le dijo al juez.

Canicoba regresó ayer de la provincia de Entre Ríos y analizó la investigación, mientras Pontaquarto «pasó la noche bien, sin problemas», custodiado por la Policía Federal en una quinta cuyo domicilio no se precisó por razones de seguridad, según informaron fuentes judiciales.

El juez definirá en las próximas horas las fechas en que le tomará declaración a diversos ex senadores y ex funcionarios sospechados, entre ellos el ex presidente Fernando de la Rúa, el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes y el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique.

Por otro lado, el abogado del arrepentido, Hugo Wortman Jofre, aseguró que Pontaquarto «no estaba de ninguna manera en conocimiento de que (el vicepresidente y titular del Senado, Daniel) Scioli lo había exonerado» de su cargo en la función pública, el 1 de diciembre último, por no haber rendido anticipos y viáticos por una suma estimada en 50 mil dólares.

El letrado manifestó que «esa situación le genera a mi defendido angustia y preocupación».

El ex secretario de la Cá

mara reveló, en un reportaje a la revista TXT, los detalles de cómo entregó 5 millones de pesos a un grupo de legisladores para aprobar la ley laboral.

Según esa declaración, que amplió el viernes ante Oyarbide, retiró la suma de la sede la SIDE y la llevó al departamento capitalino del entonces senador por Salta, Emilio Cantarero.

Pontaquarto está imputado «por cohecho», aunque no está preso. Permanece bajo custodia de la Policía Federal en un lugar que se mantiene en reserva para preservar su integridad física ante temores de un atentado, mientras su familia (su ex esposa y sus tres hijos menores) dejó el país por iguales motivos.

El magistrado también deberá resolver un pedido del fiscal Eduardo Freiler, para prohibir la salida del país a todos los implicados y sospechados en la causa. Oyarbide comentó ayer que el declarante «fue bastante preciso» en cuanto al proceso de pago de coimas y que se refirió a «valijas, maletín y cajas».

«Me encargué que describiera color, tamaño, etc. etc.», dijo Oyarbide, en tanto que Wortman Jofre expresó que su cliente «no tenía otra alternativa que cumplir» con la orden de repartir el dinero por parte de «las máximas autoridades de la República».

En medio del revuelo político que desató la reinstalación del escándalo por los sobornos, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, advirtió que Pontaquarto es «un chorro que se arrepintió, pero un chorro al fin», y dijo que lo que denuncia es la «corrupción del gobierno de la Alianza con algunos senadores» y no con la Cámara alta en su conjunto.

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