Cara y ceca de una buena campaña

Cipo anda bárbaro de local, pero es una sombra cuando sale de La Visera.

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CIPOLLETTI (AC).- Hay un fuerte y preocupante contraste entre las producciones de Cipolletti en La Visera de Cemento y afuera de ella. Tanto es así, que incluso el Albinegro es uno de los equipos que más partidos ganó de local durante esta temporada entre los 25 que participan del Argentino A, pero a la vez es quien más caídas sufrió en condición de visitante. El último cotejo ante Rivadavia de Lincoln dejó en evidencia que el equipo de Rogger Morales no necesita ser superior a su rival para sumar por tres en casa. Cipolletti ganó seis de sus siete partidos de local y el restante lo empató con Deportivo Maipú, el líder de la zona Sur, por 1-1. En La Visera convirtió 15 tantos, le marcaron 6 y en dos cotejos terminó con el arco en cero (Defensores de Belgrano y Juventud Unida de San Luis). A la inversa, su mal karma es visitar. Perdió cinco de sus seis partidos (venció a Rivadavia en la 2ª fecha), apenas convirtió tres goles, no marcó en cuatro presentaciones y le hicieron 9 tantos. Los más ganadores de local son justamente el Albinegro, Alvarado y Gimnasia y Tiro de Salta, el puntero de la zona norte, que suma seis victoria en casa de 18 puntos en juego. Los salteños son una máquina, tanto que ganaron 11 de sus 14 cotejos y le sacaron 10 puntos de diferencia al escolta San Jorge. Cipolletti también ganó seis partidos en casa, pero perdió cinco al hilo de visitante, el mayor (y peor) registro de la categoría junto al de Racing de Olavarría, que cayó en 9 de los 13 cotejos que jugó y es colista absoluto, con apenas 4 unidades. Paradójicamente, el nivel futbolístico de Cipolletti no varía demasiado de local o visitante. Es más, perdió partidos afuera en los que fue superior, como ante Gimnasia de Concepción del Uruguay (0-1), Desamparados (1-2) y Unión de Mar del Plata (0-1). ¿Por qué? Dos causas preponderantes: falla mucho en la definición y se desconcentra en momentos claves del partido. El caso de jugar en La Visera es llamativo. El césped sintético hace mella en el físico de los jugadores albinegros, pero las dimensiones de la cancha y las mismas características del piso provocan en los ‘foráneos’ un desconcierto al que Cipolletti le sacó provecho. Eso sí, las lesiones se suceden (el sábado se contracturó Cristian Martínez) y muchos jugadores piden a gritos que llegue el receso. Ahora se viene Santamarina en Tandil (sería el domingo a las 19), un equipo que está segundo en la tabla junto al de Morales, que tampoco sabe lo que es perder de local (4 triunfos y dos empates) y que cuando pisó La Visera fue un hueso duro de roer, al punto que en los 90’ fue más, pero se fue con una derrota por 3-2, la tarde que Germán Alecha marcó su primer triplete. En el Albinegro podrán regresar Santiago Vergara y Nicolás Alegría, no así Manuel Berra, quien fue informado con dureza por el arbitro Eliseo Acosta y todavía tendrá que purgar tres fechas de suspensión. Luego de Santamarina, el miércoles llegará hasta La Visera Boca de Río Gallegos para jugar un partido a todo o nada por la Copa Argentina. Ahí sí podrá estar en cancha Manolo.

Archivo/Juan José Thomes

Germán Alecha marcó seis de sus siete goles en el torneo en La Visera de Cemento.


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